RAÚL LESCANO, “EL BOLI” ESTÁ INTERNADO EN ESTADO DE GRAVEDAD |
Exigimos su inmediata libertad.
(AW)El compañero Raúl Lescano, El Boli, sufrió un ACV en la madrugada de ayer, se encuentra en grave estado, médicos de la corte dictaminaron que debía mantener cuidados solo posibles en prisión domiciliaria, sin embargo este pedido fue desoído y estas son las consecuencias. Toda nuestra solidaridad y nuestro respeto para el compañero que nuevamente debe sufrir la prisión, en este caso por el “delito” de haber repudiado el asesinato de Carlos Fuentealba. Mientras Sobich y sus secuaces siguen libres y protegidos por el poder. Exigimos su inmediata libertad, responsabilizamos al Estado y al Tribunal Federal nº 3 por su integridad.
Transcribimos la nota de C.A.De.P. y la carta del compañero.
En la madrugada de este viernes 2 de mayo, Raúl “Boli” Lescano, dirigente de Quebracho, preso desde el 3 de diciembre de 2013 por un escrache, sufrió un ACV hemorrágico y estado es grave. Deberá ser intervenido quirúrgicamente. En primera instancia fue llevado desde el penal donde se encontraba al Hospital Interzonal de Ezeiza. A las 8 AM fue trasladado a una clínica de Ensenada, donde ya se encuentra internado en terapia intensiva en manos del neurocirujano para resolver la intervención quirúrgica. Fue asistido y respaldado por sus familiares y compañeros desde la noche anterior, cuando comenzó a tener complicaciones de presión”. (fuente: APL).
Reproducimos a continuación la Carta de Raúl Lescano a sus hermanos, compañeros, camaradas:
Penal de Ezeiza, abril de 2014
Nuevamente en prisión, como en la Dictadura de Lanusse, de López Rega e Isabel y sus “3 A”, de Videla, Massera, Agosti y Martínez de Hoz, del “demócrata” Alfonsín, y ahora con este gobierno y un poder judicial corrupto y clasista.
Son trece las Navidades y Año Nuevo que todos ellos me impidieron estar con mis seres queridos. ¿Pensarán que me doblegarán?
¿Y porque estoy nuevamente en prisión?
Por haber participado de un “escrache” a la madriguera del asesino Sobisch, ex gobernador de Neuquén, quien mandó su policía brava a matar al trabajador, docente y compañero Fuentealba.
Fue un 4 de abril del 2007. Si viuda e hijos siempre lo recordarán y claman por justicia.
Ya no soy el de antaño. Tengo mis 64 años y por el cuero van rodando torturas, huelgas de hambre y ahora una operación de próstata con secuelas. Pero soy el de siempre, con los sueños, luchas y proyectos que me conocen.
Espero, junto a mi compañero Fernando, que nuestra prisión no resulte cómoda para la militancia popular.
La tomamos como es: una revancha de los sectores neoliberales derrotados en el 2001. Hoy se corporiza en nosotros, pero vienen por todos. Frenarlos dará pie al pueblo para resistir y defender los derechos adquiridos y conquistados durante estos 13 años.
Estamos en manos de una “Justicia” Federal (Tribunal Oral Federal n°3) que absuelve a De la Rúa y otros criminales pero condena a militantes populares. Su revancha la prolongan agravando la condena (3 años y 6 meses para mi caso, 3 años y 8 meses para el caso de Fernando) y en agravar las condiciones carcelarias.
Derechos a los que pueden acceder todos los presos nos son negados. Fui revisado por un médico de la Corte que dictaminó que debo tener atención médica permanente. Solo posible cumpliendo la condena en mí domicilio (con la restricción correspondiente).
Pero el Tribunal prefiere que se profundice mi estado de salud (recientemente, en marzo, fui internado en un hospital de Ezeiza) ¿Apuntan a mi muerte? Algo posible por las secuelas de la operación.
Mientras tanto, la “justicia” sigue concediendo prisión domiciliaria a los genocidas.
Como siempre, estoy en manos del pueblo y la militancia popular que siempre me acompaño hasta lograr la libertad. Boli
Abril de 2014
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