El abuelo llegó a la institución y una niña le tendió los brazos y él se la llevó. Las maestras no notaron nada extraño y todo prosiguió con normalidad.
Pero unos minutos después arribó la madre de la niña y le comunicaron que su hija ya había sido retirada por el abuelo. La mujer se extrañó porque no había acordado eso con su padre, y un tanto preocupada se dirigió a la casa de éste.
Pero al llegar, la pesadilla comenzó ya que efectivamente su adre no había retirado a su hija. A los pocos minutos estaban nuevamente en el jardín y las docentes le dijeron que la niña había sido retirada por un hombre mayor, muy parecido a su verdadero abuelo.
La mujer relató a Cadena 3: “Voy a la comisaría a hacer la denuncia. A la media hora llaman diciendo que había sobrado una nena en el jardín. Llamaron a los padres y ellos dijeron que no podía ser que la había retirado su abuelo”.
Y agregó: “Ahí ataron cabos, la policía fue a la casa y ahí estaba mi nena. Cuando me enteré empecé a llorar de nuevo porque estaba bien, viva. Cuando me encuentro con mi hija ella estaba bien. Me dijo ‘mamá no me viniste a buscar, me vino a buscar otro abuelo’. Le pregunté si sabía que no era su abuelo y me dijo que sí pero que no dijo nada porque sino la señorita la iba a retar”.
“El abuelo dice que pidió a su nenita y le dieron la mía. Ni una pregunta, ni una llamada por teléfono. Hay procedimientos normativos, legal que resguarda a los chicos”, remarcó y agregó: “Los padres y la otra familia de la nena me pidieron disculpas. Más allá de lo que a él le pasó no se justifica la responsabilidad de la institución educativa”.
Mientras tanto, el jardín se comunicó con los otros padres, porque su hija no había sido retirada. Ellos llamaron al abuelo quien les confirmó que había retirado a la niña, pero cuando la pusieron al teléfono advirtieron que era otra pequeña. Recién en ese momento, luego de 45 minutos, el anciano se percató del error que había cometido.
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