Una densa capa de sábalos, bagres y dorados se observó al menos desde el miércoles en el lago, a la altura de la naciente del río Marapa, generando preocupación en la población ante el peligro sanitario que causa el proceso de putrefacción.
El hecho habría sido producto del cierre de las compuertas del dique Escaba, con la intención de controlar el uso del agua en una región que sufre de sequías durante esta época.
Esto generó que el lago quedara prácticamente sin agua en una época en que, según los pescadores de la zona, los peces remontan hasta allí para el desove.
La delegada comunal Miriam Boydo explicó que “como no hay agua (por falta de lluvias) nos vemos en la necesidad de cortarla y, ante la falta de oxígeno (los peces) se mueren”, en declaraciones citadas por el portal Noticiero Tucumán.
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