Según publicó el portal Russia Today, “Unos ladrones entraron a robar en la casa de una familia de inmigrantes bolivianos en Sao Paulo (Brasil), pero el incidente, que podía haber quedado en un susto, acabó de la peor manera.
Verónica y su marido entregaron a los delincuentes todo el dinero que tenían, 4500 reales (unos 2000 euros), pero uno de los delincuentes, se enojó por el llanto de su hijo de cinco años, y le disparó un tiro en la cabeza.
El cruel hecho provocó una ola de indignación en Brasil y Bolivia. La familia del niño, que se había trasladado a Sao Paulo para trabajar en un taller, será repatriada junto a los restos del pequeño a su país de origen.
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