El texto fue transmitido por el presidente de la Comisión Episcopal, Jorge Lozano, luego de la misa en la Catedral porteña que ofició el arzobispo porteño, Mario Poli: “Las heridas duelen, y más cuando no se las trata con ternura”.
“En estos días en que se renueva la esperanza, no puedo olvidar a los chicos de Cromañón, a sus padres y a sus familiares. Sé que vos estás muy cercano a ellos y por eso te pido que les hagas llegar mi recuerdo y mi cercanía”.
“Mirando a Jesús niño, todo ternura, pido para con todos ellos esta actitud: que sepamos tratar con cuidado y ternura todas las heridas. Están allí: no es posible esconderlas ni negarlas. Sólo una tierna caricia desde nuestro corazón, con silencio y respeto puede aliviar”.
“Como la máxima ternura es la de Dios, pidámosle a Él que a cada uno les acerque su consuelo cálido de padre y nos enseñe a todos a no quedarnos solos, sino a seguir buscando la compañía de los hermanos”.
“A vos y a ellos les deseo una santa Navidad. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí”.
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