DOCUMENTO UNITARIO |
(AW) Porque más que proclamaciones hacen falta políticas y presupuesto, porque cada 30 horas una mujer es asesinada, porque la violencia es cada vez mayor y el abandono del estado recrudece, hoy el reclamo de parar la violencia contra las mujeres volvió a ganar las calles.
MOVILIZACIÓN A PLAZA DE MAYO - 25 DE NOVIEMBRE
DÍA INTERNACIONAL DE LUCHA CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES
DOCUMENTO UNITARIO
Hoy, 25 de noviembre, día internacional de lucha por la no violencia hacia la mujer, a más de 50 años de los femicidios de las hermanas Mirabal, en República Dominicana, las mujeres salimos a las calles a reivindicar su lucha, porque fue por ser mujeres y enfrentar la dictadura de Trujillo, que las asesinaron. ¡Minerva, Patria y María Teresa, presentes!
Una vez más, las mujeres nos movilizamos a Plaza de Mayo, para denunciar el agravamiento de las situaciones de violencia hacia las mujeres en esta supuesta década ganada.
El gobierno kirchnerista es el responsables de llevar adelante una política que descarga la crisis sobre los sectores populares y, en particular, sobre nuestros cuerpos, aumenta las suspensiones y despidos, el ajuste, el hambre, hace crujir la salud y la educación pública y se ensaña contra las luchas populares que enfrentan esta política reprimiendo y criminalizando la protesta social. En esta última década se han agravado los femicidios, las muertes evitables de mujeres por la clandestinidad del aborto y la explotación sexual en las redes de trata. Se han agudizado las distintas formas de violencia contra las mujeres.
En Argentina, cada 30 horas es asesinada una mujer por el solo hecho de serlo como lo muestran los femicidios de Wanda Taddei, Paola Acosta, Melina Romero y Evelia Murillo, maestra de Salta, que conmovieron el país. El gobierno nacional, año tras año, viene negando el presupuesto que reclamamos para proteger a las mujeres que viven situaciones de violencia.
En 2008 el movimiento de mujeres conquistó la ley 26.485, sin embargo la falta de voluntad política evidenciada en el irrisorio presupuesto, y la no reglamentación de la misma, transforma esta conquista en letra muerta. Sin trabajo y vivienda, sin prevención y asistencia, no hay derechos para las mujeres.
La acción de todas las instituciones del estado ante esta situación es de total complicidad: comisarías que se niegan a recibir o cajonean las denuncias, jueces y funcionarios que amparan a los violentos. Dejan en la impunidad a golpeadores y femicidas. Reclamamos justicia para Iara, basta de abuso policial. Una vez más exigimos: ¡Basta de violencias y femicidios! ¡Declaración de emergencia en violencia de género y presupuesto para la ley de prevención, sanción y erradicación de todas las formas de violencia hacia las mujeres!
Reivindicamos al movimiento de mujeres y, en Rocío Girat, las chicas de Olavarría, Iara Carmona, a todas las mujeres que pasaron de ser víctimas a protagonizar la lucha por los derechos de las mujeres.
Exigimos la libertad inmediata de Reina Maraz, víctima de abusos, violaciones y maltratos reiterados, condenada a cadena perpetua por la justicia patriarcal y racista, por defenderse de su agresor, luego de un juicio sin las garantías mínimas para la legítima defensa, sin traductores a su lengua quechua durante el proceso.
En el país, se estima que se realizan 500 mil abortos al año. Al menos 400 mujeres mueren y cerca de 80 mil son hospitalizadas por las complicaciones del aborto clandestino. Es la primera causa de muerte de mujeres gestantes. La ilegalidad del aborto no impide que las mujeres sigamos abortando. Mientras que algunas llegan a pagar cerca de 15 mil pesos por abortos seguros en clínicas privadas, las que mueren son las mujeres jóvenes y pobres.
Frente a esta realidad, el gobierno de Cristina, lejos de defender a las mujeres, en estos últimos años ha afianzado su alianza con la Iglesia Católica. Fruto de este acuerdo, aprobó la reforma reaccionaria de Código Civil que, entre muchos otros ataques, en su artículo 19, obstaculiza fuertemente los derechos de las mujeres a decidir sobre nuestros propios cuerpos, al definir a la persona humana desde la concepción.
Esa negativa profunda contra el derecho al aborto, se ratificó una vez más el pasado 4 noviembre, cuando el gobierno nacional volvió a dejar sin quórum el tratamiento del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo, presentado por quinta vez en diez años, por La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Mientras tanto las mujeres son criminalizadas. No sólo el aborto es ilegal, sino que hoy hay mujeres presas por abortar, acusadas de homicidio agravado por el vínculo, como los casos de Susana, Claudia y María en Jujuy y Melisa en Bariloche.
A pesar de que el movimiento de mujeres conquistó el protocolo para la realización de abortos no punibles, ratificado por la Corte Suprema de Justicia en 2012, el gobierno nacional, los gobiernos provinciales y municipales siguen obstaculizando este derecho en todo el país.
Por todo esto, a los que dicen que con el misoprostol es suficiente, les decimos que necesitamos aborto legal, seguro y gratuito en el hospital. El aborto legal, seguro y gratuito es un derecho de las mujeres que ningún uso clandestino del misoprostol puede reemplazar. Basta de muertes por abortos clandestinos. Exigimos, educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir. Separación de la Iglesia, del estado.
La trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual constituye una de las formas más extremas de la violencia patriarcal y capitalista. Aprovechando situaciones de vulnerabilidad social y desprotección, las redes operan sometiendo a miles de mujeres a la peor de las explotaciones. Pese al discurso del gobierno, en estos diez años no se ha desmantelado ni una sola red de trata, ni se ha condenado a ningún proxenetas. Mientras tanto, miles de mujeres siguen siendo secuestradas y comercializadas por las redes que gozan de total impunidad.
Por eso decimos que el estado es el principal proxeneta. Es necesario atacar de raíz a los entramados de mafias conformados por la policía, la justicia y los funcionarios de todos los niveles sin los cuales las redes no funcionarían.
Por ello exigimos basta de mujeres desaparecidas en democracia. Desmantelamiento de las redes de trata. Urgente reglamentación de la ley 26.364 de trata de personas. Las seguimos buscando, las queremos con vida. Aparición ya de Marita Verón, Florencia Penacchi, María Cash, Yamila Cuello y de todas las mujeres desaparecidas.
Durante la década kirchnerista, el relativo aumento del empleo no llegó a las mujeres, que quedamos relegadas a los puestos más precarios y peor remunerados, manteniéndose la brecha salarial del 36% frente a la misma tarea. La pobreza tiene cara de mujer.
La inestabilidad y la precarización hacen del acoso laboral, sexual, y el mobbing, otra forma corriente de violencia laboral que recae sobre todo en las mujeres jóvenes y/o que acceden al primer empleo.
El ajuste actual agrava esta situación con despidos y suspensiones, doble y triple jornada laboral, bajos salarios, inflación y represión a las luchas. Frente a ello, las mujeres también nos organizamos y salimos a pelear como lo demostramos las docentes de todo el país, las trabajadoras de Lear, Donelley, Felfort, Emfer, Ecotrans, las trabajadoras de la salud, el movimiento de desocupadas y muchas otras.
Como lo hemos hecho a lo largo de la historia, las mujeres construimos distintas formas de organización para conquistar nuestros derechos, organizamos comisiones de mujeres dentro y fuera de los lugares de trabajo y enfrentamos la violencia patronal, de la burocracia sindical con sus patotas organizadas y las represiones estatales.
La falta de independencia económica restringe, además, nuestra posibilidad de salir de situaciones de violencia. Por eso exigimos trabajo y salario dignos para todas, empezando por las víctimas de violencia. Eliminación del impuesto al salario. Inmediata reincorporación de todas y todos los despedidos. Basta de despidos y suspensiones. Basta de represión y criminalización de la protesta social.
Hoy, 25 de Noviembre, las mujeres nos movilizamos en Buenos Aires, en varias ciudades de nuestro país y en todo el mundo. El símbolo de las hermanas Mirabal trascendió las fronteras del tiempo y nos hermana con quienes, en cada rincón del mundo, luchan contra la opresión y la explotación. Desde esta Plaza, abrazamos la lucha de las mujeres palestinas, sirias y todas las que, buscando a sus hijos desaparecidos como las madres mexicanas o empuñando un fusil como las de Kobane, pelean sin cesar por todos nuestros derechos.
¡Viva la lucha de las mujeres en todo el mundo!
Al gobierno le exigimos: Basta de violencia contra las mujeres
Basta de femicidios
Presupuesto y vivienda para las mujeres víctimas de violencia
Ley de Emergencia en violencia de género, YA!
Aprobación del proyecto de ley de la Campaña Nacional por el Aborto Legal
Aborto legal en el hospital
Impedir el aborto no punible es violencia
Separación de la Iglesia del estado
Basta de impunidad a femicidas y violadores
Destitución de jueces y funcionarios que amparan la violencia contra las mujeres
Justicia por Iara. Basta de abuso policial
Libertad a Reina Maraz. Basta de justicia patriarcal y racista
Desmantelamiento de las redes de trata
Basta de ajuste. Aumento salarial de emergencia
Eliminación del IVA de la canasta familiar
Reincorporación de los despedidos de Lear
Apoyo a la estatización de Donelley, Emfer y Tatsa
Despidos, suspensiones, precarización y bajos salarios son violencia
Basta de represión y persecución. Libertad a todas y todos los luchadores
Licencia especial para las mujeres víctimas de violencia
Basta de violencia a las trabajadoras de la salud
Terminemos con la violencia obstétrica
Basta de xenofobia y racismo
La lesbotransfobia mata
Libertad a Nestora Salgado
Apoyemos las luchas de las mujeres en todo el mundo
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