Iglesia y derechos humanos en Patagonia.

La Pastoral Social patagónica busca efectivizar los DD.HH.

Rawson (Chubut), 12
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Oct. 10 (AICA)

Pastoral Social
Los días 9 y 10 de octubre se realizó en Rawson, Chubut, el XI Encuentro de Formación de los equipos de Pastoral Social de la región Patagonia-Comahue, cuyo eje temático fue “Bien común y políticas públicas para que en la mesa de la vida estemos todos y todas”. Las jornadas contaron con la presencia del obispo coadjutor de Neuquén, monseñor Virginio Bressanelli, en representación de los obispos de la Patagonia, y de delegados de las diócesis de Neuquén, Alto Valle del Río Negro , Viedma, San Carlos de Bariloche, Comodoro Rivadavia, Esquel y Río Gallegos. En un documento final, las comunidades participantes reiteraron que los anima “la búsqueda del bien común, la defensa de toda persona y el ambiente como unidad de vida, y la tierra y el agua como bien social” y subrayaron que “luchamos para efectivizar los derechos humanos”. Estos precisaron que lo hacen “velando para la protección integral de los niños y niñas, las mujeres, los jóvenes, los migrantes y los grupos sociales más vulnerables; acompañando a los pueblos originarios en la reivindicación de sus derechos y en la defensa de su territorio y bienes culturales; exigiendo el cumplimiento de las leyes como herramientas de acceso a la verdad y la justicia; denunciando la concentración del poder económico en mano de pocos, factor clave de injusticia y pobreza; y promoviendo la construcción de políticas públicas desde todo lugar, con planes de vivienda y trabajo para todos”. Asimismo, dijeron que “creemos en el ejercicio del poder y autoridad responsable para el desarrollo humano integral y liberador de las comunidades, sobre la base de la participación ciudadana y la redistribución equitativa de la riqueza”. Los equipos de Pastoral Social también reclamaron, “ante esta nueva etapa electoral del país, que las autoridades y dirigentes políticos se pongan al servicio del pueblo y no se subordinen al poder de las corporaciones económicas”, y condenaron “la muerte de jóvenes y adolescentes en Bariloche, como ejemplo de políticas represivas”. “No queremos la muerte y falta de oportunidades para los jóvenes; la extranjerización y el negocio inmobiliario de la tierra; la contaminación ambiental, y el saqueo de los bienes naturales no renovables en el avance de proyectos de mega minería; la explotación sexual comercial de niños, adolescentes y mujeres; y el narcotráfico”, puntualizaron. Reiteraron que “asumimos la dimensión social y política de la fe; elegimos a Jesús para soñar y construir con los pies en la tierra un reino de justicia, paz y amor donde se multipliquen las mesas compartidas; renovamos la opción evangélica de seguir caminando con los pobres, articulando todos los esfuerzos y líneas pastorales con los sectores que luchan por el bien común”. Por último, valoraron el aporte del padre Jesús Olmedo, de la prelatura de Humahuaca, de la Comisión Nacional de Pastoral Social, y del Equipo de Abogados y Abogadas en Derechos Humanos y Estudios Sociales (EPADHES).+