Shalin intentaba superar el récord de galletas comidas en el restaurante Red Lobster, pero no lo consiguió y, lo que es peor, puso en peligro su vida.
El hombre comenzó a sentirse mareado después de comer la galleta 412 y sus amigos le pidieron que parase.
Pero continuó argumentando que: “era la cosa más maravillosa que jamás se puso en la boca”.
Inmediatamente se desmayó a causa de las 62 mil calorías que ingirió. Rápidamente, fue trasladado a un hospital de Little Rock, donde los médicos drenaron la enorme cantidad de mantequilla presente en su cuerpo.
Según los doctores: “ésta habría bloqueado las señales procedentes de su cerebro, por lo que cayó en un coma inducido”.
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