martes, 26 de febrero de 2013

Sobre las 15 horas de este domingo pasó por Mar del Plata un furioso frente de tormenta que incluyó granizo de voluminosas dimensiones, lluvia y ráfagas intensas de viento sur que ocasionaron serios perjuicios en la vía pública.



La Rioja y Bolívar, una de las postales sorprendentes de Mar del Plata. (Fotos Francisco Mendes)

La Rioja y Bolívar, una de las postales sorprendentes de Mar del Plata. (Fotos
 Francisco Mendes)

El último domingo de febrero había arrancado genial. Sol y cielo despejado, con
 25 grados de temperatura sobre el mediodía. La gente, en la playa o de paseo a
puro disfrute al aire libre.
Sin embargo, la jornada, que parecía iría a recorrer sus horas plena de arena y mar
 y que ni los propios meteorólogos habían pronosticado en la previa de la semana,
cambió drásticamente en las primeras horas de la tarde.
Exactamente desde las 13 horas comenzó a percibirse desde el sur oeste un cielo
 parcialmente nuboso que con el correr de los minutos se transformó rápidamente
 en un frente de tormenta atemorizante.
Sobre las 15 horas, minutos más, minutos menos, según la zona de Mar del Plata,
la lluvia, el granizo y el viento cubrieron La Feliz y provocaron graves daños en
viviendas y automóviles. Las calles quedaron cubiertas de hojas y las veredas,
de hielo.
Por ejemplo, en la sucursal del Banco Provincia de la peatonal San Martín y
Córdoba algunos vidrios fueron rotos por el granizo, que por momentos alcanzó
 dimensiones de una pelota de golf.
Hubo roturas también en algunos comercios de la zona céntrica y en muchos hogares
particulares. En diversos barrios se produjeron también caídas de árboles y postes de
 iluminación. En la esquina de avenidas Independencia y Luro hubo además un
anegamiento por la gran cantidad de agua caída en los 15 minutos en que duró el
 fenómeno.
Según pudo comprobar El Atlántico, tanto al sur de Mar del Plata, sobre la zona más
 austral del partido de General Pueyrredón, como en la zona norte, sobre Santa Clara
del Mar, el viento y la lluvia se hicieron presentes en volúmenes mucho menores y en esas regiones directamente no cayó granizo.
La tormenta pasó específicamente sobre la ciudad y rumbeó al mar, que se quedó con toda su energía. Sobre las 18 horas, el sol volvió a brillar y la tarde se tornó fantástica. La
naturaleza dispone, delo por hecho.

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