miércoles, 27 de agosto de 2014

EN UN ASADO FIRMÓ UN CONVENIO CON MONSANTO.

EL DECANO CONRERO DE AGRONOMIA DE LA U.N.C Y LA “VIVEZA CRIOLLA


(AW) Inaugurando su puesto de Decano de Agronomia, en la U.N.C (Universidad Nacional de Córdoba), Marcelo Conrero firmó un convenio con Monsanto, en medio de un asado por los festejos donde se firmaron varios convenios, aparentemente intrascendentes pero entre ellos estaba el convenio con la multinacional cerealera, la mayoría de los presentes se entero días después de lo ocurrido. “De chico yo manejaba agroquímicos y nunca me pasó nada”, dijo sereno.

Conrero, el “asador” de Monsanto
Por republicado / ECOS Córdoba -
Por Lea Ross | @LeandroRoss
Marcelo Conrero asumió como decano de la Facultad de Agronomía el 25 de junio pasado. Ya se está por cumplir dos meses de gestión. Y en este tiempo relativamente corto no estuvo exento de polémicas. A tal punto que la última sesión de la facultad fue casi un colapso.
Adherente al radicalismo, militante de la Franja Morada en su juventud, toda su vida estuvo ligada con el campo. “De chico yo manejaba agroquímicos y nunca me pasó nada”, comentaba en una charla al presente cronista. Dice que el resto de la Universidad lo discrimina, pero a la vez asegura no buscar un posicionamiento acérrimo sobre el conflicto de Monsanto en Malvinas Argentinas. Más de uno no le cree.
El día clave fue el viernes 8 de agosto, en conmemoración con el Día del Ingeniero Agrónomo. Así lo convocó Agroverdad, el programa de campo de Canal 12: “En el marco del tradicional festejo campero de cada año, el Decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias formalizará diferentes instancias de vinculación institucional con el sector público: provincial y municipal; con empresas y entidades del sector; trazando el horizonte  institucional que proyecta la Facultad en su nueva gestión. Además, amenizarán el encuentro espectáculos y variados números artísticos”. Según distintos testimonios, aquel 8 de agosto, el almuerzo contó con un asado donde fueron invitados distintas figuras ligadas al agro. Dentro de ese marco de festividades, Marcelo Conrero emprendió la tarea de firmar una serie de convenios con distintas empresas agropecuarias. Una de ellas era la multinacional Monsanto. De más está aclarar que se realizó por resolución decanal, es decir, sin presentación en el Consejo Directivo.
Laura González del Campo, presidenta del Centro de Estudiantes de Agronomía, explicaba a ECOS Córdoba sobre el panorama en que se firmó el convenio con Monsanto: “Si bien se firmó públicamente en un acto, justamente en la celebración por el Día del Ingeniero Agrónomo, era un ámbito en el que era festivo, nadie prestaba realmente atención cuáles eran los convenios en el que se firmaban. De hecho, fueron muchísimos convenios. Y cuando nuestras consejeras del Movimiento de Base de Agronomía se enteraron de este convenio (de Monsanto), trataron de acceder a esta información y fue totalmente negada, la gestión dio muchísimas vueltas. Ayer (o sea jueves, el día anterior a la sesión reciente) pudieron acceder”. Al corroborarse dicho acuerdo, el movimiento estudiantil emprendió la tarea de realizar una convocatoria al día siguiente para que todo el mundo estuviera presente en la sesión del viernes. La difusión comenzó solo tres horas antes de que el Consejo Directivo de Agronomía abriera las puertas.
Un aplauso para el asador
Entre las actividades plagadas en materia de capacitación de estudiantes en trabajos de biotecnología, se especifica la revisión del estudio de impacto ambiental de la planta de Monsanto en Malvinas Argentinas y de realizar auditorias de gestión ambiental y social de la fábrica, “en caso de que se instale la planta”, aclara Conrero.
“Lo que se esta acordando no es nada raro. Es un vínculo más que venimos teniendo hace mucho tiempo con esta empresa y otras más. Y que si cualquiera de estas empresas, sepamos o no, cometa lo que cometa, no es responsabilidad nuestra”, resaltó el decano y presidente del Consejo Directivo.
“La forma en que esas firmas se dieron, y en el momento en que se dieron, sinceramente yo ni me di cuenta cuando se firmaron, ni me di cuenta que se había firmado ese convenio con Monsanto –sentencia una de las consejeras docentes del Consejo Directivo-. Lo hablo hoy, y no lo dije el 8 de agosto, porque era otro clima, era el Día del Ingeniero Agrónomo, no me parece que sea un lugar para legitimar convenios de esta naturaleza.  Realmente, me apena haber ido con un espíritu y que después se diga ‘(usted) estuvo presente cuando se han firmado’. Quiero aclarar que yo ni siquiera me había dado cuenta que se firmaba este convenio con Monsanto y otras empresas”.

-No me parece una buena medida igualar a todas las empresas por igual, porque Monsanto maneja el 75% de la biotecnología del planeta –sentencia otro consejero.
-Por eso también tenemos convenios con otros, señala Conrero.
La sesión quedó a las brasas a partir de la negación por mayoría de votos de no ceder las palabras por pedido de un estudiante. “Esto ya no puede seguir más”, sentenció el titular Luciano Gatti. El estudiantado, que coparon los espacios del consejo, aplaudieron como muestra de repudio a la decisión. Finalmente, se decidió continuar la sesión a puertas cerradas y en privado.
El secretario non santo
“Nuestra relación (con Monsanto) es como la de cualquier otra empresa”, apuntó Marcelo Conrero. Sin embargo, en su joven gestión de dos meses ha tenido frustrados intentos en emparentar una posición neutral sobre la problemática reinante en Malvinas Argentinas. Conrero debutó su gestión prácticamente en sintonía con la charla del periodista Mark Lynas, desarrollada en el Pabellón Argentina de la UNC. “Conrero invitó a Lynas para confundir, porque se trataba de invitar a un ambientalista arrepentido”, señala una docente. Parte de la exposición de Lynas, autoproclamado como un militante ambientalista arrepentido, trabajó en base a deslegitimar los movimientos anti-transgénicos. La convocatoria fue organizada en conjunto con la Facultad de Agronomía, el Gobierno de la Provincia de Córdoba y la organización Maíz. El propio Conrero fue el presentador de la jornada.
Luego, en plena semana del ingeniero agrónomo, la facultad de Agronomía desarrolló una serie de charlas, cuyo cierre fue en la localidad de Malvinas Argentinas, desarrollada el sábado 9 de agosto, un día después del asado y de que se firmara el convenio con Monsanto. En ella, se presentó una exposición denominada “Cambiemos temor por conocimiento”, presentada por la ingeniera Alicia Cavallo, una de las espadas fuertes de Monsanto en la Universidad de Córdoba. Conrero asegura que la Facultad no fue el organizador estelar, sino que fueron los propios vecinos de Malvinas Argentinas a pedir que se desarrollaran estas actividades, teniendo como vocero a una radio instalada en la región llamada FM Chaty. Según comentan los habitantes de Malvinas, la radio se proclama como comunitaria, a pesar de tener a la propia Cavallo como invitada recurrente.
Pero lo más significativo es un verdadero eslabón que une al equipo de Conrero con la propia multinacional. Y ese pequeño eslabón tiene nombre: Jorge Omar Dutto. Este ingeniero agrónomo, dueño de una asesoría llamada Agroambiente, asumió el actual cargo de secretario general de la Facultad de Agronomía. Sin embargo, los pasillos de Agronomía lo recuerdan por algo mucho más que eso. Ya que Jorge Dutto es el mismo que fue contratado por Monsanto para firmar el primer estudio de impacto ambiental de la planta de Malvinas Argentinas. Es el mismo texto en que la Comisión Técnica Interdisciplinaria, de la Secretaría de Ambiente de la Provincia, le dio el pulgar abajo por ser reiterativa, insuficiente y de baja calidad técnica.

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