Reconocida internacionalmente con diversas distinciones, participó de todos los encuentros de la región, con la presencia de representantes del viejo mundo, EE. UU. y África.
Su titular, Carlos Valle, disertó en nombre de la institución, en diversos foros internacionales, sobre “la crisis global y el modelo argentino” y “situación de los jubilados en la región y Europa y calidad de vida y prestaciones en la Argentina”. Lo hizo, también, respecto a cuestiones económicas, sociales y en materia de organización solidaria.
Planteó el tema de la grave amenaza que significa la presencia del arsenal nuclear británico en las islas Malvinas (Atlántico Sur) en el plenario de la reunión continental desarrollada en Panamá.
Un mundo moderno y democrático no puede, ni debe, tolerar el predominio vesánico de países grandes sobre naciones de menor volumen de fuego, ya que ello significaría retroceder mil años, en nuestra historia común. De no ser así, carecerían de sentido y facultades todos y cada uno de los organismos de carácter internacional, comenzando por la ONU y su Concejo de Seguridad y -en nuestro caso-, la OEA, debiendo ser reemplazadas por entidades nuevas, inteligentes e igualitarias.
Recibió el apoyo unánime de la región en presencia de la representación de la fundación inglesa “Help Age”, ejercida, entre otros, por James Blackburn, delegado ante nuestras naciones.
Help Age, justamente, acaba de enviar un relevante reconocimiento “por lo fascinante que resulta comprobar que la confederación de jubilados de la Argentina es la más importante del mundo y la primera que se fundó, en todo el planeta, en 1948”. También que “es emocionante contemplar su gran accionar y como lideran los argentinos la lucha en defensa de los derechos de los adultos mayores y una mejor calidad de vida”.
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