Según el diario brasileño Folha de Sao Paulo: “El comandante de la policía, Benedito Roberto Meira, explicó a los medios que todos los indicios sugieren que se trata de un asesinato-suicidio”.
“Todas las víctimas murieron a consecuencia de disparos realizados con una pistola calibre 40, encontrada bajo el cuerpo del niño”.
“El cuerpo del presunto parricida, que era zurdo, presentaba un disparo en el lado izquierdo de la cabeza”.
En la casa familiar no había señales de entrada forzada o de que esta fuera saqueada, pero los especialistas, no descartan otras líneas de investigación.
“En la mochila del niño los agentes encontraron otro revólver calibre 32, que también era propiedad de su madre, que era policía. Además de ella Marcelo Eduardo Bovo Pesseghini habría matado a su padre, sargento de las tropas de élite de la Policía, a su abuela y a su tía”.
“Las dos últimas víctimas vivían en otra casa, pero en el mismo terreno, donde residía el presunto asesino con sus padres”.
La policía informó que: “todos los cuerpos estaban en sus camas, como si hubieran estado durmiendo cuando les dispararon”.
La policía encontró el coche de la familia a pocos metros de la escuela donde estudiaba Marcelo Eduardo, por esa causa pidieron la grabación de las imágenes de la cámara de seguridad para aclarar si el niño fue a la institución con el coche.
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