viernes, 18 de febrero de 2011

Alejandro Peña Esclusa y los jovenes en huelga de hambre.

Mensaje a los jóvenes en huelga de hambre

18 FEBRERO 2011



Huelguistas en la OEA


El programa "La Noche", que se transmite por el canal NTN24, presentó ayer un informe especial sobre los jóvenes venezolanos en huelga de hambre. La conocida periodista Claudia Gurisatti leyó extractos de la siguiente carta, enviada por Alejandro Peña Esclusa:

"Todo poder tiránico tiene su límite. Cuando el oprimido no encuentra justicia en ningún sitio, cuando la carga se le hace insoportable, se dirige a lo más alto: al Cielo. Lleno de confianza y de valor, saca de allí sus derechos eternos que allá arriba permanecen inalienables e indestructibles como las mismas estrellas" - Guillermo Tell (de Federico Schiller)

Les escribo ante todo para agradecerles de todo corazón el enorme sacrificio que realizan por nosotros, los prisioneros políticos venezolanos.

Debo confesar que me embargan sentimientos encontrados; por una parte, me preocupa de sobremanera su salud, puesto que una huelga de hambre conlleva consecuencias muchas veces irreversibles; y por la otra, siento un gran orgullo de ser venezolano, por el testimonio de amor a la patria y de entrega desinteresada que ustedes están dando.

Existen momentos en la historia de las naciones, cuando un puñado de hombres y mujeres -muchas veces jóvenes como ustedes- hace la diferencia entre vivir en libertad o estar sometidos a la tiranía.

La Independencia de Venezuela se obtuvo gracias al esfuerzo heroico de un selecto grupo de venezolanos, muchos de ellos jóvenes. La larga tiranía de Juan Vicente Gómez se derrumbó cuando un puñado de jóvenes como ustedes la confrontó con determinación; aquellos valientes son quienes hoy los libros de historia denominan la "Generación del 28".

Y así podría hacer referencia a centenares de episodios de la historia nacional y universal que ilustran la similitud entre la lucha que ustedes llevan a cabo en contra la tiranía y las epopeyas libradas por los héroes que han construido con su sacrificio personal el bienestar de las naciones.

Seguramente se sentirán un tanto tristes, porque la respuesta de la sociedad venezolana no ha sido hasta ahora lo suficientemente solidaria. Sin embargo, no pierdan la esperanza; el país entero tiene sus ojos puestos en ustedes y, con lo que han hecho hasta ahora, ya han logrado conmover el corazón de muchas personas, aunque no lo manifiesten directamente. También están impactando de manera muy efectiva a la opinión pública internacional.

Es natural que el gobierno venezolano y el Secretario General de la OEA respondan con tanta indiferencia ante el sacrificio sublime que ustedes están mostrando. Son personas que han perdido lo fundamental de la esencia humana y ya no son capaces de percibir el dolor y el heroísmo ajenos. Es por eso que pronto abandonarán sus cargos.

Quiero transmitirles un mensaje de esperanza: Venezuela sufre dolores de parto; y ya se acerca el momento en que nuestra nación dará a luz una nueva sociedad, en la que predomine la democracia, la libertad y, sobre todo, la solidaridad. Pero como todo parto, exige dolor y sacrificio.

Sin embargo, es mi deber como ser humano y como padre de familia pedirles que no se excedan en su sacrificio; primero, porque la patria los necesita fuertes y saludables para futuros compromisos; y segundo, porque la responsabilidad principal de la lucha contra esta tiranía recae sobre nuestra generación, es decir, los mayores que ustedes.

Ya pueden considerarse triunfadores, porque el testimonio que ustedes están dando sirve para que el resto de los venezolanos "despierte y reaccione", como exigió en su visita a nuestro país el Papa Juan Pablo II.

Quiero reiterarles mi más sincero agradecimiento y mi más profunda admiración.

Alejandro Peña Esclusa
Prisionero político

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