Los argentinos, Camila Speziale, de 21 años, y Hernán Pérez, son los detenidos junto a otros 24 ambientalistas mientras protestaban contra la exploración petrolera en el Ártico por la Guardia Costera rusa, que los “mantienen incomunicados”.
Camila vive en el barrio porteño de Caballito y desde hace 4 años es voluntaria de la organización y Hernán Pérez e integra el equipo de Greenpeace internacional.
Mauro Fernández, miembro de la campaña del Ártico de Greenpeace en Argentina informó que: “Estamos preocupados por la seguridad de Camila y Hernán, y por todos nuestros compañeros”.
Néstor Speziale, padre de Camila, indicó hoy que: “en las últimas horas recibió noticias de la entidad en cuanto a que no hubo heridos durante la represión de la protesta, que tanto su hija como los otros activistas permanecían incomunicados”.
Según miembros de la organización: “los 25 miembros de Greenpeace permanecen maniatados y arrodillados en la cubierta del barco, amenazados a punta de pistola”.
“Los activistas están defendiendo el planeta, poniendo el cuerpo para frenar el cambio climático y el gobierno de Putin en vez de exigirles a las empresas petroleras que no perforen el Ártico, los hace detener de manera ilegal a nuestros activistas”.
Según Greenpeace: “la Guardia Costera Rusa mantiene incomunicados, maniatados en cubierta y amenazados con armas a los activistas y a la tripulación del buque de Greenpeace Arctic Sunrise , que protestaban contra las perforaciones petroleras en la región”.
La campaña “Salvá el Ártico”, lanzada por Greenpeace hace más de un año, ya cuenta con la adhesión de 4 millones de personas a nivel global que exigen que la zona deshabitada alrededor del Polo Norte sea declarada área protegida por las Naciones Unidas y que se prohíba la actividad petrolera y la pesca industrial que ponen en peligro esta región.
Según informó este viernes la agencia AFP: “el rompehielos de Greenpeace era remolcado este viernes hacia el puerto ruso de Murmansk (norte), después de que guardias fronterizos tomaran por asalto el barco, indicó la ONG”.
El Servicio Federal ruso de Seguridad (FSB), en un comunicado citado por la agencia Ria Novosti informó que: “Decidimos remolcar el Arctic Sunrise hacia el puerto de Murmansk para realizar procedimientos jurídicos”.
Un responsable de Greenpeace Rusia, Roman Dolgov, que se encuentra en el barco, dijo que: “corren el riesgo de ser acusados de terrorismo y de investigaciones científicas ilegales”.
Según Greenpeace: “Enviaron el buque ‘Artic Sunrise’ al Ártico para protestar contra el proyecto de perforación de la principal petrolera rusa, Rosneft, y de su socio norteamericano ExxonMobil, que se disponen a realizar prospecciones cerca del Parque Nacional Ártico Ruso”.
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