viernes, 14 de junio de 2013

Nora Cortiñas y los caminos del Sahara.

EN LA PLATA



 
Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, compartió en la tarde de ayer, una conferencia organizada por la Cátedra de Estudios Sobre el Sahara Occidental de la Universidad Nacional de la Plata.  En abril pasado, Nora participó en un encuentro de mujeres organizado por las saharauis.
 
norasaharaui
 
miércoles 12 de junio de 2013 (www.yakurdistan.blogspot.com)
 
por Alejandro Haddad
 
 
Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, compartió en la tarde de ayer, una conferencia organizada por la Cátedra de Estudios Sobre el Sahara Occidental de la Universidad Nacional de la Plata.  En abril pasado, Nora participó en un encuentro de mujeres organizado por las saharauis.
 
Al cumplirse el 40 aniversario del Frente Polisario, y ante una nueva declaración de las Naciones Unidas que ratifica el reconocimiento de la República Árabe Saharaui, el representante de ese pueblo en la Argentina, Salem Bachir, el director de la Cátedra Libre de la Universidad de la Plata, Norberto González y Nora Cortiñas, dieron una charla acerca de la problemática saharaui, el hostigamiento del gobierno de Marruecos hacia ellos y un pedido de solidaridad.
 
 
Apoyo de Norita
 
Nora Cortiñas destacó la fuerza de las mujeres saharauis y para ello comentó anécdotas cotidianas. “El agua les llega en camiones”, dijo y sumó que no podía creer que desde otro país [Marruecos] se haga tanta presión, y que “el rey” maneje tanto poder sobre ellos.
 
Inmediatamente aclaró que el conflicto no lo genera el pueblo marroquí, sino su gobierno.
 
Nora siguió con cotidianeidades. Recordó las veces que las Madres fueron a la sede de la ONU. Refiriéndose a los representantes comentó que “antes de las sesiones toman güisqui, fuman puros, se ríen en un clima de mucha informalidad en medio de tanto drama alrededor”. Nora se refería a las desapariciones que ellas iban a denunciar en plena dictadura militar.
 
“Soy una ama de casa que salí a la calle por la desaparición de mi hijo Gustavo”, dijo. “Mi padre era muy machista, preocupado por sus familiares catalanes que venían escapando al país, pero nunca nos habló de política”. Entonces, entre plazas de Mayo y sedes de ONU, recordó la llegada al encuentro de mujeres saharauis en un avión de guerra ruso de 1920, sin “cinturones, nada; nos sentamos en hileras, 200 mujeres que habíamos entrado por la cola del avión” por donde entran las tropas.
 
Destacando el papel de las mujeres en temas de Derechos Humanos, se refirió a la fuerza de las mujeres colombianas luchando por la Paz, y de las mujeres hondureñas, quienes sufren a diario la represión de un país ocupado por bases aéreas de los Estados Unidos.
 
Entonces Nora recordó que antes de estar con las mujeres saharauis había estado con las mujeres kurdas. Efectivamente, estuvo grabando un documental en la región kurda de Turquía, donde se solidarizó con el Proceso de Paz impulsado por ese pueblo en una guerra que lleva tres décadas. “Compartí con las mujeres kurdas, en las montañas. Ellas son gacelas (…) mostrando los pueblos bombardeados, sus cementerios en las montañas. Y yo me pregunto: ‘¿de dónde sacan las fuerzas?’ Y digo: ‘del amor a nuestros hijos’”.
 
 
Apoyo internacional
 
Norberto González había comenzado la charla declarando que la embajada de Marruecos presiona constantemente para que el pueblo saharaui no logre recibir solidaridad internacional en la búsqueda legal y legítima de su autodeterminación. Además aclaró que la Cátedra que dirige es la única del mundo.  Haciendo un poco de historia, recordó que el gobierno del presidente Raúl Alfonsín estuvo a punto de reconocer a la República Saharaui pero fue interrumpido por presiones de Francia.
 
Por su parte, Salem Bachir, representante saharaui en la Argentina y del Frente Polisario destacó el apoyo de Nora que “no solamente luchó por su hijo y los 30 mil desaparecidos, sino que lucha por los desaparecidos del mundo.”
 
Subrayó que Nora firmó un documento con las mujeres saharauis en el marco del encuentro en el que se exige, entre otras cuestiones, justicia por los más de mil desaparecidos saharauis.
 
Bachir enfatizó que en pleno siglo 21 su pueblo vive sometido. “Tenemos el muro más largo del mundo después de la muralla china” que encierra a parte de la población saharaui en un inmenso centro de detención. Desde la tierra de las Madres de Plaza de Mayo, Bachir dijo que la “Argentina es reconocida como líder en Derechos Humanos” y expresó que “llamamos para nos ayude a llegar a los otros estados de Latinoamérica a reconocer a la República Árabe Saharaui”.
 
En ese sentido, destacó que la lucha por el Sahara es similar a la lucha que afronta la Argentina por las islas Malvinas contra la colonización. “Los mismos delegados que defienden a Malvinas en la ONU lo hacen con el Sahara”.
 
Al igual que Nora Cortiñas, Salem Bachir se encargó de declarar que los verdaderos enemigos del Sahara Occidental son “el subdesarrollo, el hambre y el terrorismo, no Marruecos”.
 
Para cerrar enfatizó que los pedidos del pueblo saharaui son el reconocimiento de la autodeterminación, la presencia de los cascos azules de la ONU en una misión de Paz que no tiene competencia en DD.HH, y en que tanto Marruecos como Argelia comparten la postura de Argentina en que, al estar abierto un proceso de Paz, hay que esperar.
 
“El silencio es cómplice”, ahondó Bachir, “y Argentina hace silencio”.
 
 
Caminos para el Sahara
 
“Las mujeres kurdas fueron por primera vez a la ONU en Ankara”, dijo Nora recordando su encuentro con las Madres por la Paz y el pedido de Paz ante ese organismo internacional, en su paso por Turquía en marzo de este año. “Por poco nos reciben en el portero; nos recibieron en la calle”, aclaró y enfatizó que “la puerta (de la sede) está llena de alambres, como en la guerra”.  Y culminó “¿Cómo podemos pensar que tienen un sentimiento?”.
 
En un ida y vuelta por el mundo, Nora espetó que “hay que buscar caminos para el Sahara”. Afirmó luego que en tierras saharauis se vive como los Qom de la comunidad la Primavera, provincia argentina de Formosa, donde estuvo solidarizándose días pasados reclamando por sus tierras y su autodeterminación. “Quise sacar una foto a la casa de Félix (dirigente de la comunidad) y no pude porque me dio vergüenza”.
 
En esa lógica solidaria, comentó que “a Salem lo conocí en la plaza (de Mayo)”. Así confesó que hasta ese momento no había escuchado hablar sobre el drama saharaui. Entonces, desde su palabra le preguntó al hombre parado frente a las Madres, uno de los tantos jueves de marchas: “¿de dónde sos vos?”

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