domingo, 20 de febrero de 2011

Brasil y Uruguay repitiendo errores de Argentina.

Los militares se enfrentan a Dilma y a Mujica, dos ex guerrilleros en el poder
Los gobiernos de Brasil y Uruguay impulsaron los juicios por las violaciones a los derechos humanos. El antecedente de la Argentina y el temor de los uniformados.
Por Leandro Dario

Inspirados por los juicios contra militares en la Argentina, los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff, y de Uruguay, José “Pepe” Mujica, afrontan por estos días duros enfrentamientos y tensiones con las Fuerzas Armadas de sus países.
Con el firme propósito de impedir que se juzgue a los militares acusados por violaciones de derechos humanos durante la última dictadura, los uniformados orientales retirados conformaron el Foro Libertad y Concordia, una agrupación que le exigió a Mujica que frenara los juicios. En tanto, la creación del Partido Militar Brasileño, una agrupación política de derecha formada por miembros de las tres armas y de la policía militar, convulsionó el escenario político de ese país, a poco más de un mes de la asunción de Rousseff.
“En Uruguay está pasando lo que ocurrió en Argentina hace unos años. Se está juzgando a personas que son inocentes. Mujica intenta encontrar la paz nacional, inspirado en el propio Nelson Mandela. Lo que pasa es que tiene que pasar del discurso a los hechos”, aseguró en diálogo con PERFIL el coronel José Araújo, vocero del Foro Libertad y Concordia, que agrupa a más de mil militares. Un fuerte malestar corre por las filas de las Fuerzas Armadas orientales, luego de que oficiales en actividad y retirados fueran citados a declarar este mes, acusados por violaciones a los derechos humanos.
Ante las críticas castrenses, el presidente respondió que “en Uruguay hay un orden y una Justicia que nos rige a todos, el gobierno no manda a los juzgados, ni manda a los jueces”. La tensión llegó al máximo cuando los integrantes del Foro, que fueron calificados como “golpistas” por organizaciones de derechos humanos, le enviaron una carta al jefe del Ejército Jorge Rosales, en la que advirtieron que si sus demandas no eran tenidas en cuenta alzarían su voz “hasta un extremo”.
“Nosotros actuamos en causas justas y legítimas. Mujica nunca combatió contra la dictadura militar. El combatió contra la democracia. Cuando vino la dictadura, estaba preso”, le respondió a este diario el uniformado. Aunque el militar descartó que el Foro se identifique con los carapintadas argentinos, aseguró que “a los 60 años de edad sigue combatiendo una guerra que no lanzó”.
En tanto, en Brasil, el Partido Militar Brasileño, que se define en su página de Internet como “reserva moral del país”, irrumpió en la escena política este mes, con una provocadora consigna: “Queremos invadir el Congreso, pero mediante el voto, de forma democrática”. “Muchas acusaciones señalan que el Partido Militar Brasileño representa el retorno de la dictadura. Ese discurso es retrógrado y oculta ideológicamente la usurpación de la riqueza del pueblo brasileño”, le confió a PERFIL el capitán Augusto Rosa, integrante del partido que propone endurecer el Código Penal y bajar la edad de imputabilidad.
Con el temor de seguir los pasos de los militares argentinos, juzgados y condenados en forma masiva desde la asunción de Néstor Kirchner, dentro de los cuarteles uruguayos y brasileños germinó la idea de crear agrupaciones para desafiar, a través de las urnas o de polémicas declaraciones públicas, a Mujica y Rousseff.

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