Mubarak y los buenos demócratas.

El manual del buen "demócrata"

Por JUAN SALINAS BOHIL

Todo buen demócrata que se precie está clamando por la democracia en Egipto. Hasta se escuchó la voz de la raviolera Hebe Pastor pidiendo la renuncia de Hosni Murabak por sus "30 años de dictadura, falta de libertad y de posibilidades que ha padecido el pueblo". Trotskista hasta la médula como sus hijos desaparecidos, cabeza de una de las fuerzas de choque más importante del kirchnerismo y fanática apologista de Eta Batasuna, las FARC, Castro y cuanto movimiento terrorista camine por el mundo, si supiera sumar algo más que los cuantiosos billetes que recibe mes a mes, se hubiese dado por enterada que su barbudo amigo lleva 52 años en el poder. Pero él es bueno, en cambio, el otro, es malo, muy malo. Así es que una buena porción de los demócratas de un mundo más o menos libre, algo así como una casta de libres pensadores dedicados a la política y los negocios, está agrupada en la Internacional Socialista que acaba de expulsar de sus democráticas filas al Partido Nacional Democrático (PND) que lidera Murabak, y a la Reagrupación Constitucional Democrática del presidente depuesto de Túnez, Zine El Abidine Ben Alí. Por aquí, tanto la Unión Cívica Radical como el Partido Socialista, afiliados a esa internacional, nada han dicho acerca del tema. Mientras tanto, la Presidente, al inaugurar una nueva sede de bomberos en esta capital, en un lugar que fue intrusado en diciembre y foco de violentos disturbios entre vecinos y usurpadores, recordó la manera que, según ella, se resolvió el conflicto: "Con la Constitución en la mano, con la ley, con la decisión de un Juez de la Nación de tomar cartas en el asunto y apoyar y autorizar y procesar a quienes habían ocupado este predio". A su debido tiempo nos hemos referido a esa lamentable ocupación que tuvo, para nosotros, el objetivo de tapar el desborde del gran negocio inmobiliario que significó la estudiada, cai científica toma del Parque Indoamericano (En donde hay una necesidad, existe siempre un negocio). Pero vaya el simple ciudadano a intentar desalojar a un intruso de su propiedad y verá que se encontrará ante una misión del tipo imposible. Y mejor será que no se le ocurra esgrimir la Constitución ante los usurpadores porque terminará acuchillado y después su esposa será juzgada por portación de apellido, incitación la violencia, incitación al odio de clases, violación de los derechos humanos de los apropiadores y exceso de legítima defensa de su cónyuge. La Constitución y las leyes pueden ser esgrimidas a como dé lugar cuántas veces se desee, y su preámbulo recitado en más de una oportunidad en decenas de mítines políticos. Nada de eso preanuncia su cumplimiento. Por el contrario, hay que desconfiar de estos demócratas porque sigue siempre vigente el "Dime de qué te jactas y te diré de qué adoleces". ¿Acaso es necesario recordar que La Corte Suprema ordenó en varias oportunidades a la provincia de Santa Cruz que restablezca en su cargo al ex procurador general de ese distrito que fue destituido ilegalmente hace diecisiete años por Néstor Kirchner? ¡Diecisiete años! ¿Sentirá ese hombre que hay democracia y Justicia en Argentina y creerá hoy en las palabras de la esposa del hombre que lo echó injustificadamente? Léase la Constitución Nacional de cabo a rabo y se verá de qué manera son ignorados numerosos artículos desde 1853 a la fecha, si bien hubo más que tiempo para hacerlos cumplir. Hay que hablar menos porque el que habla mucho, hace poco. Hay que ser más prudentes, incluso cuando se está en plena campaña electoral.