sábado, 13 de abril de 2013

Una calle de San Petersburgo fue el escenario para una escena de película. Un sicario intentó asesinar a un empresario ruso que por milagro no alcanzó su objetivo.



El asesino se acercó sigilosamente a la ventanilla del coche de Leonid Kolesnikov, e intentó acabar con su vida de un disparo en la cabeza.
El asesino disparó dos veces en un principio. El primer proyectil fue detenido por el blindaje del vehículo, el segundo quedó trunco luego de que se encasquillara la pistola.
En medio de la conmoción, Kolesnikov bajó del coche, y el asesino, frustrado ante el total fracaso de su misión intenta huir, pero dispara una vez más, cuando su pistola se destraba. Para la buena suerte del empresario, la bala solo impactó en su brazo, salvando nuevamente su vida.
El momento quedó registrado por una cámara de seguridad. La policía rusa continúa investigando el caso, pero todavía no se ha identificado al agresor. Kolesnikov se recupera de heridas leves.

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