Según los investigadores: “Con un peso de 164,5 libras (74,62 kilogramos), la hembra gigante es la serpiente más grande en su tipo que se encuentra en el estado y sirve como una prueba más de cómo el depredador está amenazando la vida silvestre local”.
Kenneth Krysko, del Museo de Historia Natural de Florida aclaró: “Esta cosa es monstruosa, se trata de un pie de ancho. Esto significa que estas serpientes sobreviven mucho tiempo en la naturaleza”.
Los científicos siguieron los movimientos de la serpiente para aprender sobre cómo las especies están invadiendo la zona.
La pitón birmana es nativa del sur de Asia, llegó a Estados Unidos hace tres décadas como parte de la industria de las mascotas exóticas. Aunque las especies no son venenosas son lo suficientemente potentes como para matar a los seres humanos por asfixia.
Los investigadores del Servicio Geológico de EE.UU. recuperó al depredador en abril y fue sometido a eutanasia con gas isoflurano.
La serpiente fue llevada al Museo de Historia Nacional para su examen y hallaron la asombrosa cifra de 87 huevos, además le encontraron plumas en su estómago. Las plumas serán identificados por los ornitólogos del museo.
Se cree que la creciente población de pitones birmanas se encuentran en el sur de Florida y se debe en parte a que la gente ya no las quieren como mascotas y las liberan en el medio natural.
Las pitones birmanas son carnívoras, principalmente con pequeños mamíferos y aves. Los conejos y zorros en Everglades habrían desaparecido y los avistamientos de los mapaches y las zarigüeyas se redujeron en más del 90 por ciento, según los investigadores.
Una pitón de Birmania mata por constricción, toma a las víctimas con sus dientes y luego enrolla su cuerpo a su alrededor, apretando hasta que la presa se ahoga. Los ligamentos en sus mandíbulas les permite tragar a sus presas enteras.
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