Este es el momento dramático en que una familia, amigos y trabajadores de servicios sociales tratan desesperadamente de impedir que una mujer llamada Sheng Fi, salte al vacío.
Las personas se ven obligadas a tomarla de las piernas cuando ella amenaza con tirarse de un edificio de nueve pisos.
Pero lo que ellos no sabían era que Sheng había ahogado a su sobrino de cuatro años de edad, apenas unas horas antes y había arrojado su cuerpo desde el mismo techo en el sur de China.
Sheng se había visto envuelta en una amarga disputa con su cuñada, la madre del niño, asesinando al pequeño como resultado de la lucha.
Ella admitió asfixiarlo hasta la muerte y arrojar su cuerpo del edificio en Zhanjiang, provincia de Guangdong antes de intentar saltar tras él.
Los trabajadores sociales, que habían sido llamados después que Sheng fue vista en el techo, llevaron a su hija para persuadirla y sin que ella lo advirtiera la agarraron antes de hacer el salto mortal.
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