El juez la ‘bautizó’ como: ‘la famosa monstruo de Texas’.
La abuela materna, que encontró a su nieta, en estado de coma, con hemorragia cerebral y con las manos desgarradas por despegarlas de la pared, la llevó inmediatamente al hospital.
La Policía, quien ya había investigado a la madre de la niña por ‘supuestos maltratos a sus cinco hijos’, la detuvo apenas se enteró del caso.
Elizabeth pidió perdón durante el juicio y asumió su ‘monstruosidad’ y exigió que la Justicia le diera una segunda oportunidad luego de aceptar su culpabilidad en el caso.
Ofelia Escalona, quien tiene la custodia de sus nietos, también pidió la libertad condicional para su hija, pero la Fiscalía se negó.
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