domingo, 22 de enero de 2012

El diario The Sun publicó sobre la presidenta de Argentina.


Un análisis realizado a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner.

“La presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner lleva más maquillaje que Katie Price, nunca sale de casa sin zapatos de tacón alto y es propietaria de al menos 200 vestidos negros.
Detrás de la imagen glamorosa de  la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, se esconde una política despiadada.
Y esta líder de acero, inquebrantable ha puesto su corazón en la recuperación de las Malvinas – Ella marcó  un curso de colisión con Gran Bretaña.
Irónicamente, esa determinación ha llevado a comparaciones con Margaret Thatcher, que envió a nuestras fuerzas a la guerra para recuperar las islas después de una invasión argentina en 1982.
Pero el modelo de papel de Cristina es muy diferente.
Su inspiración es ser  la heroína nacional de la Argentina, la campeona del glamour de las clases trabajadoras y el trabajo activista de los derechos de Eva Perón – conocida como Evita.
Y se determina que el papel de Cristina  en la historia de su país, es ser la  rival de Evita,   cuya historia fue contada en los años setenta  por el musical de Andrew Lloyd Webber.
Así que ella ha tomado la lucha por las Malvinas – y la lucha contra Gran Bretaña.
David Cameron está tan preocupado con su charla por la lucha que ha desempolvado los planes de guerra para defender las islas, como se informó ayer. Parece razones para estar preocupados.
La madre de dos hijos, de 58 años, tiene que dejar el cargo a finales de su segundo mandato de cuatro años como presidente, que ganó en octubre. El mes pasado, en un intento de provocación, convenció a países como Brasil, Paraguay y Uruguay a la prohibición de los barcos con bandera  de las Malvinas en sus puertos.
El desaire fue diseñado para mostrar la solidaridad latinoamericana con el reclamo de Argentina sobre la soberanía de las islas llamadas,  Las Malvinas.
Cristina acusó a Gran Bretaña del colonialismo por aferrarse a ellos y a sus recursos, especialmente el petróleo – que quiere apoderarse la Argentina.
Y en un descarado intento de provocar sentimientos antibritánicos se ha insinuado que los codiciosos del Reino Unido pueden invadir otros países.
Ella declaró: “Las Malvinas no es un problema argentino – es un problema mundial, ya que (el Reino Unido) está tomando nuestra energía y los recursos pesqueros de las Islas Malvinas. Cuando se requieren más recursos – y aquellos que tienen recursos, piense en esto – que irá a buscar a los recursos de donde sea”.
Y ella sin cesar golpea a Gran Bretaña por ignorar una resolución de las Naciones Unidas llamando al Reino Unido a reanudar las negociaciones con Argentina sobre la soberanía de las Malvinas.
Ella echaba chispas: “No les estamos pidiendo que vengan aquí y reconocer que las Malvinas son argentinas -, pero lo que estamos diciendo es que ellos cumplan con las Naciones Unidas, se sienten  y  dialoguen, dialoguen, dialoguen.”
Es inquietante que una vez dijo a la revista de Estados Unidos ‘Time’: “Estamos encontrando nuestro camino ahora estamos reafirmando a la Argentina en el escenario mundial”.
Cristina nació en 1953 – un año después de la muerte de Evita de cáncer a la edad de 33 años – era de  la clase media de  La Plata,  los padres de origen alemán y español.
Estudió Derecho e ingresó en la Juventud Peronista, llamado así en honor del tres veces presidente argentino Juan Perón, el marido de Eva.
En la universidad conoció y se casó con otro estudiante de Derecho, Néstor Kirchner. Era tres años mayor que ella, también  descendiente de alemanes,  y también interesado en la política de izquierda.
Cuando los gobernantes militares del país, perdieron  el poder después de perder la guerra de Malvinas, la pareja llegó a la política con una venganza.
Finalmente, en 2003, fue elegido Presidente Néstor y Cristina se convirtió en primera dama de alto perfil.
Fue embajadora en misión especial de su marido y  le encantó hacer discursos muy cargados, al igual que Evita.
Pero fueron las políticas financieras de la pareja, que levantó cientos de miles de argentinos de la pobreza,  y que consolidó la reputación de Cristina como la nueva Eva Perón.
Pronto empezó a ser recibida en todas partes  y adorada por  multitudes coreando: “¡Cristina Cristina” – Al igual que en los años cuarenta y cincuenta habían  animado: “Evita Evita!”
En las elecciones de 2007 fue tan popular que su marido Néstor se negó a tratar para un segundo mandato como presidente – dejándola correr en su lugar.
Ella ganó con una victoria arrolladora.
Ella admitió más adelante que se identificaba con ‘la Evita con el puño cerrado ante un micrófono”. Y dijo que, como su heroína,  “la trajo una gran pasión por  la vida y por  la política’.
Y también está el ejemplo del amor de Eva por la moda – aunque la  Presidenta lo tomó al  estilo en que la llegaron a llamar ‘la Evita Botox’.
Otros la han criticado por haberse presentado tarde a las reuniones con funcionarios extranjeros y celebridades, porque  le llevaba mucho tiempo maquillarse.
Los escándalos de corrupción no se hicieron esperar, pero ella se defendió como un niño golpeado.
Su popularidad también se disparó  por la ola de simpatía cuando, en octubre de 2010, su esposo murió de un ataque al corazón.
Ella ha usado nada más que negro desde entonces  con la construcción de un armario oscuro formidable.
Un experto comentó: “Cristina ha desplegado su encanto y la sexualidad como armas poderosas en su camino hacia una meta que ni siquiera la  legendaria Eva Perón fue capaz de lograr.”
Cristina ha dicho: “Nosotros los peronistas, al igual que todos los argentinos, somos capaces de ser  las personas más sublimes, como de hacer las acciones más despreciables. Eso es lo contradictorio que somos”.
Y la nota finaliza: Gran Bretaña, tenga cuidado.

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