En la noche de ayer, un grupo de barras bravas ingresaron en el Hospital Santojanni con el fin de “vengar” al joven que fue asesinado a golpes por un grupo de la hincha de Nueva Chicago.

Entraron con armas y hubo terror en la sala de emergencias.

Un grupo de hinchas del grupo “Los Perales” de la barra brava de Chicago intentó agredir a una persona perteneciente a la agrupación “Las Antenas” (también de la hinchada del “Torito”) que había participado en el asesinato de Antonio Rodríguez.

Se trataba de un intento de represalia luego de que el joven, de 23 años, fuera asesinado a golpes de fierro y palazos en un enfrentamiento de las barras.

Seguridad, un problema constante en el Santojanni

Lamentablemente, no es el primer caso violento que sucede en el Hospital ubicado en el barrio porteño de Liniers. El año pasado, un hombre ingresó a la sala de emergencias y apuñaló a un joven de 22 años.

El caso causó conmoción y desató el pedido de seguridad en el hospital, por los riesgos que implica trabajar en esa zona. Finalmente, éste fue saciado por la contratación de seguridad privada por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Conflicto por la custodia del Hospital

En abril del 2011, la Federal dejó, previo aviso al Ministerio de Seguridad porteño, de custodiar los edificios públicos de la Ciudad de Buenos Aires, dejando dicha competencia a la Policía Metropolitana.

De inmediato, el Gobierno porteño indicó que no podía hacerse cargo de la custodia de hospitales y oficinas administrativas por falta de personal. Luego, alegaron falta de experiencia en los agentes que tendrían que destinar.

En ese momento, el Ministro indicó que “hoy en día la policía Metropolitana no tiene la capacidad para cuidar hospitales y edificios públicos”.

“No estoy criticando la política de [la ministra de Seguridad, Nilda] Garré y coincidimos en varias políticas”, agregó, pero dijo: “Yo personalmente no estoy de acuerdo con que la policía preste servicios adicionales [la guardia en hospitales y dependencias administrativas]“.

Ante ello,dijo que “el Gobierno de la Ciudad puede asumir perfectamente la custodia de los edificios públicos. Ellos tienen una Policía Metropolitana con unos 2 mil hombres con un entrenamiento importante, de los cuales unos 800 proceden de la Policía Federal, así que tienen experiencia”.

Hasta ahora, el conflicto no ha tenido resolución. El Gobierno porteño ha contratado servicios de seguridad privada para cubrir las zonas a las que no puede enviar agentes.