Maenga Morupisi, una adolescente de 14 años, de Pendleton, Salford, Reino Unido discutió con su madre por la compra de unas zapatillas, ropa y un portátil.
Según informó el Manchester Evening News, “La investigación señala que no hay nada en la vida de Maenga que explique por qué querría quitarse la vida. Parece haber sido una estrategia para atraer la atención de su madre”.
El inspector Joseph Clarke relató que “no hay evidencia de acoso escolar y era una alumna modelo. Vivía en una casa impecable y tenía una típica habitación de adolescente”.
Theresa, la madre, que es enfermera, después de haber discutido con su hija, descubrió que le faltaban analgésicos. Cuando le preguntó a su hija, la niña se puso a llorar y le dijo que “los agarró porque estaba harta”.
La madre llamó por teléfono a la escuela de su hija pero le informaron que “no había mostrado signos de haber tomado las pastillas”. Theresa le explicó a Maenga la gravedad de sus acciones.
Cuando Theresa, regresó al día siguiente de su trabajo, Maenga le dijo que “no se sentía bien y que no había ido a la escuela”. Cuando la madre se levantó más tarde, porque su turno es de noche, encontró a su hija colgada.
El forense Alan Walsh le dijo a la madre de la adolescente que “Tendría que estar orgullosa de la forma en como la crió. Estoy seguro de que Maenga realizó el acto que la mató, pero no estoy seguro de que intentara quitarse la vida”.
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