VENEZUELA
Hacia el 7-10:
por José Justiniano Lijerón
No solamente es una rima, es también una remota posibilidad decir que se
puede truncar todo lo que ha conseguido el pueblo venezolano, en sus
estamentos más olvidados por largo tiempo donde prevalecieron gobiernos de
las clases dominantes, que se ocuparon a fortalecer sus intereses de clase
y entregaron la soberanía de Venezuela junto a las riquezas naturales,
especialmente el petróleo a precios irrisorios durante casi todo el siglo
XX al imperio norteamericano, favoreciendo así la economía del país más
rico, en detrimento de hacer cada día más pobres al pueblo.
Plantear así el inicio de este año 2012, donde se debe desarrollar una
contienda electoral el próximo 7 de octubre, donde se deberá elegir
principalmente al Presidente de la República por otro periodo más, no se
trata de ninguna forma de pesimismo o temor ante los resultados, sino de
estar siempre alerta contra cualquier contingencia que este tramando el
enemigo. Estamos al corriente de las encuestas que siguen dando como
favorito para triunfar, en dichas elecciones, al compañero Presidente
Chávez y también conocemos lo que todos los venezolanos y el mundo sabe de
todos los beneficios en salud, educación, trabajo, vivienda, seguridad
social, jubilaciones dignas y oportunas para su pueblo, colocando a
Venezuela junto a Cuba en los más altos índices de desarrollo humano,
superior a muchos países llamados ?desarrollados? durante estos 12 años de
revolución bolivariana.
Esbozamos esta expectación con la seguridad absoluta de un triunfo por la
firmeza del avance de consciencia política (condición indispensable en todo
proceso liberador) y organización, de un pueblo que durante este período,
ha tenido el coraje de revertir con sus luchas, un golpe de estado (2002),
así como sabotaje petrolero y un permanente intento de desestabilización.
Esta burguesía apátrida aún hoy trata de montar en dos caballos al mismo
tiempo, dicen que saldrán de Chávez por medio de las urnas, pero al mismo
tiempo están jugando permanentemente al golpe de estado, y todo con la
venia y auspicio del gobierno avasallador de los EUA. Además la confianza
sobre un triunfo el 7-10 se sostiene en el apoyo de ese pueblo que en su
mayoría ha respaldado a su gobierno en más de 10 confrontaciones en las
urnas, y hoy ese pueblo conquistó más que ayer y mañana con Chávez,
conquistará más que hoy.
Para quienes no somos venezolanos, pero si ciudadanos de la Patria grande y
del mundo, es una manera de argumentar y sostener nuestro apoyo a la
Revolución Bolivariana ante el enemigo y confundidos por el discurso
permanente del imperio, en contra de procesos liberadores y principalmente
de la revolución Bolivariana y su líder Presidente Chávez, y de reafirmar
nuestro compromiso solidariamente de defender nuestros procesos hacia una
verdadera liberación nacional allí donde nos encontremos, aclarando
conceptos ideológicos, económicos y sociales en contra de una campaña
mediática, del desahuciado sistema capitalista pretendiendo seguir
enajenando y confundiendo a gran parte de la población con el ?cuento del
tío? del anticomunismo. Tremenda tarea la que nos queda para acortar el
camino hacia una verdadera liberación definitiva de nuestros pueblos.
Con Chávez y el pueblo venezolano, gana la Revolución Bolivariana en todas
partes, gana Evo Morales, Correa, y todos los gobiernos del ALBA y sus
pueblos, gracias a la nueva forma solidaria de hacer negocios no solamente
pensando en el lucro capitalista, sino en la complementariedad, para tener
la capacidad de hacer fuerza común en contra de los poderosos que siempre
utilizaron a nuestro pueblos, para esquilmarlos en beneficio de un sistema
que está destinado a perecer. La experiencia integradora del ALBA, debe
convertirse en un núcleo importante de apoyo para la nueva organización del
CELAC.
Es el momento de que los gobiernos del ALBA, no vean a Venezuela y la
Revolución Bolivariana , como alguien que está obligado a ayudar, porque
tiene la reserva petrolera más grande del mundo, debemos tener bien en
claro, que la lucha es política fundamentalmente, que la alianza, la
solidaridad y complementariedad no deben ser gestos de samaritanos, ni de
oportunismo, sino ser transparentes en reconocer que hay un sistema y un
enemigo común de los pueblos, contra el que hay que defenderse y para eso
hay que luchar juntos con transparencia y lealtad revolucionaria.
Nadie está empecinado en negar que tanto en Bolivia, Ecuador y menor
dimensión en Venezuela, aún siguen existiendo grandes contradicciones tanto
en el plano ideológico, económico y de participación social orgánica en las
decisiones de estado, por falta de claridad o temor de los lideres en el
objetivo final de los procesos y por la incapacidad, política y
organizativa de partidos, sindicatos, tendencias y organizaciones sociales,
para encarar luchas unitarias poderosas, que sean contempladas como
exigencias por los responsables, de la profundización y aceleración de los
procesos en la construcción de una nueva sociedad de iguales, enterrando
decididamente el capitalismo en crisis y construyendo el socialismo
liberador. Reiteramos lo que dijimos en artículo anterior sobre el
compañero Evo Morales y hoy sirve para el Presidente Correa y el Presidente
Chávez: Ellos y los procesos, no es todo lo que los pueblos queremos, pero
por ahora, es lo único y mejor que tenemos, hay que conservarlos y
apoyarlos para mejorar.
De aquí al 7-10 queda tiempo para que los venezolanos orgullosos de tener
una revolución social que les pertenece y como destinatarios de todos sus
beneficios, hagan su parte para consolidar el triunfo en octubre. Quienes
tenemos procesos en marcha, al exigir su profundización en beneficio de las
mayorías que lo eligieron, estaremos apoyando a Chávez, y los pueblos que
están luchando en las calles por que sus gobiernos escuchen y acepten que
este sistema ya no da para más, también saben que con Chávez como ganador
seguirá siendo un referente mundial de la lucha de los pueblos, en contra
del sistema y el imperialismo. Con Chávez todos ganamos.
*El autor es ex Dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB)
Hacia el 7-10:
por José Justiniano Lijerón
No solamente es una rima, es también una remota posibilidad decir que se
puede truncar todo lo que ha conseguido el pueblo venezolano, en sus
estamentos más olvidados por largo tiempo donde prevalecieron gobiernos de
las clases dominantes, que se ocuparon a fortalecer sus intereses de clase
y entregaron la soberanía de Venezuela junto a las riquezas naturales,
especialmente el petróleo a precios irrisorios durante casi todo el siglo
XX al imperio norteamericano, favoreciendo así la economía del país más
rico, en detrimento de hacer cada día más pobres al pueblo.
Plantear así el inicio de este año 2012, donde se debe desarrollar una
contienda electoral el próximo 7 de octubre, donde se deberá elegir
principalmente al Presidente de la República por otro periodo más, no se
trata de ninguna forma de pesimismo o temor ante los resultados, sino de
estar siempre alerta contra cualquier contingencia que este tramando el
enemigo. Estamos al corriente de las encuestas que siguen dando como
favorito para triunfar, en dichas elecciones, al compañero Presidente
Chávez y también conocemos lo que todos los venezolanos y el mundo sabe de
todos los beneficios en salud, educación, trabajo, vivienda, seguridad
social, jubilaciones dignas y oportunas para su pueblo, colocando a
Venezuela junto a Cuba en los más altos índices de desarrollo humano,
superior a muchos países llamados ?desarrollados? durante estos 12 años de
revolución bolivariana.
Esbozamos esta expectación con la seguridad absoluta de un triunfo por la
firmeza del avance de consciencia política (condición indispensable en todo
proceso liberador) y organización, de un pueblo que durante este período,
ha tenido el coraje de revertir con sus luchas, un golpe de estado (2002),
así como sabotaje petrolero y un permanente intento de desestabilización.
Esta burguesía apátrida aún hoy trata de montar en dos caballos al mismo
tiempo, dicen que saldrán de Chávez por medio de las urnas, pero al mismo
tiempo están jugando permanentemente al golpe de estado, y todo con la
venia y auspicio del gobierno avasallador de los EUA. Además la confianza
sobre un triunfo el 7-10 se sostiene en el apoyo de ese pueblo que en su
mayoría ha respaldado a su gobierno en más de 10 confrontaciones en las
urnas, y hoy ese pueblo conquistó más que ayer y mañana con Chávez,
conquistará más que hoy.
Para quienes no somos venezolanos, pero si ciudadanos de la Patria grande y
del mundo, es una manera de argumentar y sostener nuestro apoyo a la
Revolución Bolivariana ante el enemigo y confundidos por el discurso
permanente del imperio, en contra de procesos liberadores y principalmente
de la revolución Bolivariana y su líder Presidente Chávez, y de reafirmar
nuestro compromiso solidariamente de defender nuestros procesos hacia una
verdadera liberación nacional allí donde nos encontremos, aclarando
conceptos ideológicos, económicos y sociales en contra de una campaña
mediática, del desahuciado sistema capitalista pretendiendo seguir
enajenando y confundiendo a gran parte de la población con el ?cuento del
tío? del anticomunismo. Tremenda tarea la que nos queda para acortar el
camino hacia una verdadera liberación definitiva de nuestros pueblos.
Con Chávez y el pueblo venezolano, gana la Revolución Bolivariana en todas
partes, gana Evo Morales, Correa, y todos los gobiernos del ALBA y sus
pueblos, gracias a la nueva forma solidaria de hacer negocios no solamente
pensando en el lucro capitalista, sino en la complementariedad, para tener
la capacidad de hacer fuerza común en contra de los poderosos que siempre
utilizaron a nuestro pueblos, para esquilmarlos en beneficio de un sistema
que está destinado a perecer. La experiencia integradora del ALBA, debe
convertirse en un núcleo importante de apoyo para la nueva organización del
CELAC.
Es el momento de que los gobiernos del ALBA, no vean a Venezuela y la
Revolución Bolivariana , como alguien que está obligado a ayudar, porque
tiene la reserva petrolera más grande del mundo, debemos tener bien en
claro, que la lucha es política fundamentalmente, que la alianza, la
solidaridad y complementariedad no deben ser gestos de samaritanos, ni de
oportunismo, sino ser transparentes en reconocer que hay un sistema y un
enemigo común de los pueblos, contra el que hay que defenderse y para eso
hay que luchar juntos con transparencia y lealtad revolucionaria.
Nadie está empecinado en negar que tanto en Bolivia, Ecuador y menor
dimensión en Venezuela, aún siguen existiendo grandes contradicciones tanto
en el plano ideológico, económico y de participación social orgánica en las
decisiones de estado, por falta de claridad o temor de los lideres en el
objetivo final de los procesos y por la incapacidad, política y
organizativa de partidos, sindicatos, tendencias y organizaciones sociales,
para encarar luchas unitarias poderosas, que sean contempladas como
exigencias por los responsables, de la profundización y aceleración de los
procesos en la construcción de una nueva sociedad de iguales, enterrando
decididamente el capitalismo en crisis y construyendo el socialismo
liberador. Reiteramos lo que dijimos en artículo anterior sobre el
compañero Evo Morales y hoy sirve para el Presidente Correa y el Presidente
Chávez: Ellos y los procesos, no es todo lo que los pueblos queremos, pero
por ahora, es lo único y mejor que tenemos, hay que conservarlos y
apoyarlos para mejorar.
De aquí al 7-10 queda tiempo para que los venezolanos orgullosos de tener
una revolución social que les pertenece y como destinatarios de todos sus
beneficios, hagan su parte para consolidar el triunfo en octubre. Quienes
tenemos procesos en marcha, al exigir su profundización en beneficio de las
mayorías que lo eligieron, estaremos apoyando a Chávez, y los pueblos que
están luchando en las calles por que sus gobiernos escuchen y acepten que
este sistema ya no da para más, también saben que con Chávez como ganador
seguirá siendo un referente mundial de la lucha de los pueblos, en contra
del sistema y el imperialismo. Con Chávez todos ganamos.
*El autor es ex Dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB)
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