Los médicos trabajan para salvar su vista y luego de la operación recibirá tratamiento en una clínica especializada en Bélgica y necesitará, al menos, medio año para curarse.
“Me asusté y pensé que me iba a disparar”, contó Filin al canal de televisión RenTv, con la cara vendada, como se puede ver en la foto. “Me di vuelta para correr pero él vino corriendo detrás de mí”.
El mundo del ballet se mostró consternado con este ataque a Filin, que dirige una de las compañías de danza clásica más prestigiosas y grandes del mundo.
El director general del Bolshoi, Anatoly Iksanov, cree que el ataque tuvo que ver con el trabajo de Filin. “Él es un hombre de principios”, afirmó Iksanov. “Si piensa que este o aquel bailarín no está listo o no es capaz de actuar en determinado papel, lo rechaza”, sentenció.
Sin embargo, descartó que el ataque tuvo que ver con sus decisiones profesionales y afirmó que “el motivo del ataque fue crear una división y desacuerdo en la gerencia del teatro”.
Sin embargo, descartó que el ataque tuvo que ver con sus decisiones profesionales y afirmó que “el motivo del ataque fue crear una división y desacuerdo en la gerencia del teatro”.
“Desde que asumió su posición, Serguei recibía amenazas constantemente”, dijo la portavoz del teatro Katya Novikova. Según contó, el ex bailarín, padre de familia, era “muy envidiado”.
Además, él decidía sobre quién era la primera figura y los demás puestos en la coreografía, lo que conducía a conflictos dentro de la compañía. “Nunca pensamos que la guerra por los puestos dentro del ballet, alcanzaría esos niveles”, agregó Novikova.
Filin bailó para el Bolshoi de 1989 al 2007, fue designado director artístico de la compañía de ballet en marzo del 2011 en sustitución de Yuri Burlaka. Antes de regresar al renombrado Teatro que fuera reinaugurado en el 2011, fue director artístico del Teatro Stanislavsky y Nemirovich-Danchenko Theater, la segunda compañía de ballet.
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