martes, 8 de enero de 2013

La Justicia de España condenó a los hermanos argentinos Gustavo y Eduardo Juliá a la pena de 13 años de prisión, acusados de haber traficado a ese país una tonelada de cocaína en un avión privado, dos años atrás.



El fallo que recayó sobre los hijos del fallecido ex jefe de la Fuerza Aérea José Juliá, fue emitido por la Audiencia de Barcelona, que pocos días atrás había dejado libre a Matías Miret, el tercer tripulante del jet privado en el que fue llevada la droga desde Buenos Aires hacia España, en enero de 2011.
De acuerdo con la investigación realizada, en 2010 los hermanos Juliá viajaron a España con el fin de interiorizarse respecto de las instalaciones aeroportuarias.
En noviembre de ese año, Gustavo Juliá alquiló el avión Jet Bombardier que fue depositado en las instalaciones de la ex Brigada Aérea de Morón, donde habría sido acondicionado para trasladar la droga,
según la investigación judicial.
Después, el avión fue trasladado al Aeropuerto de Ezeiza, desde donde despegó el 1ro de enero de 2011 hacia el Aeropuerto de El Prat, en Barcelona, al que llegó al día siguiente, tras una escala previa en el archipiélago de Cabo Verde.
Al llegar al aeropuerto catalán, el avión fue inspeccionado por la Guardia Civil, que halló un total de 34
paquetes de cocaína con una pureza del 83 por ciento y un valor en España de 32 millones de euros.
El tribunal no atendió la defensa de los hermanos Juliá que argumentaron que fueron contratados como pilotos por un empresario español.
En cambio, días atrás había absuelto a Matías Miret -hijo del ex secretario de Planeamiento durante la última dictadura argentina, José Miret- sobre quien, a pesar de que se desempeñó como copiloto del Bombardier, no se pudo probar que conocía la carga ilegal de la nave.
En la Argentina, el caso es investigado por el juez en lo Penal y Económico Alejandro Cattania, quien intenta determinar la forma en la que la droga fue cargada en el avión.
Puntualmente en esa causa, los hermanos Juliá fueron sobreseídos. Las principales sospechas apuntan a que la droga fue cargada en la ex Brigada de Morón, predio que es administrado por la Fuerza Aérea y el INAC (Instituto Nacional de Aviación Civil).

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