Ahora en China, se está construyendo un rascacielos, pero en medio de las obras aún resiste un montículo de unos 10 metros de altura, que sobre su cima descansa una antigua tumba.

Primero fue la casa en medio de la autopista, que finalmente fue demolida.

Los constructores compraron un terreno donde funcionaba un cementerio y los familiares del difunto no llegaron a un acuerdo económico para trasladar la tumba.

La pelea se está produciendo en la localidad de Taiyuán, en la norteña provincia de Shanxi, una china que crece rápidamente.

La familia pide al promotor explicaciones sobre la elección del sitio, la conocida hoy por todos los medios asiáticos como «tumba clavo» es el último ejemplo de resistencia contra la expropiación forzosa de tierras en la República Popular China.

La familia del ocupante de la tumba afirma estar esperando el momento oportuno para trasladar la sepultura, y una explicación por parte del promotor de la obra de la elección del sitio para levantar el edificio.