El detenido fue identificado como Angelo Bocchino, quien tras causar desórdenes fue arrestado.
Pero su reacción fue explosiva, comenzó a patear a los oficiales, a escupir, a insultar y luego se golpeó la cabeza frenéticamente con los asientos de adelante. Finalmente luego de unos 30 minutos, comenzó a llorar y a pedir por su mamá como un niño chiquito.
Dado el nivel de histeria de Bocchino, los agentes lo llevaron a la estación de policía, donde enfrentó cargos en su contra.
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