jueves, 24 de marzo de 2011

Se comprobó la contaminación del agua con radiactividad en Tokio.


El Ministerio japonés de Educación y Ciencia detectó una concentración de yodo de 300  becquerel por kilo en la planta de Kanamachi, que surte al centro y oeste de la capital japonesa, por encima del límite de 100 becquerel por kilo considerado seguro para los niños.
El gobierno de Tokio aconsejó que “los niños no beban agua del grifo por haber hallado niveles de yodo radiactivo superiores al límite aconsejable para el consumo en el caso de menores”.
Mientras tanto en la planta de Fukushima continúan trabajando ya que  los niveles de radiación se volvieron a disparar obligando a evacuar la central una vez más.
Según informó la cadena de televisión NHK, “la radiación fue hallada en una depuradora de agua del norte de Tokio, por lo que el Gobierno metropolitano pidió a los padres que no suministren agua del grifo a sus hijos”.
El Gobierno japonés reconoció el sábado pasado que “se habían detectado indicios de yodo radiactivo en el agua de Tokio y sus alrededores, aunque en niveles muy por debajo del límite legal”.
Ahora, fueron  encontrados niveles de yodo radiactivo peligroso para los niños en las plantas de purificación de agua en seis distritos de Tokio.
Además se advirtió a las personas que viven cerca de la central nuclear que “no consumieran algunos alimentos, como verduras de hojas y el brócoli por temor a la radiación”.

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