martes, 28 de junio de 2011

Amado Boudou De liberal duro a kirchnerista puro.

La particular trayectoria de Amado Boudou
De liberal duro a kirchnerista puro

Militó en la rama universitaria de la Ucedé; tiene pasión por el rock, las motos y los autos importados

Domingo 26 de junio de 2011 |


MartÍn Kanenguiser
LA NACION

Faltaban sólo 15 minutos para encontrarse con Dominique Strauss- Kahn para negociar el arreglo entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero el ministro Amado Boudou seguía imperturbable en el sauna de un lujoso hotel de Estambul el 5 de octubre de 2009.

Sus custodios y secretarios estaban nerviosos, pero el funcionario ni siquiera se alteró cuando un llamado de la presidenta Cristina Kirchner interrumpió su sesión para tratar de ubicar al entonces presidente del Banco Central, Martín Redrado.

La anécdota refleja la actitud con que Boudou enfrentó, hasta ahora, la mayoría de los desafíos en la función pública: un desapego casi absoluto a la formalidad, aun en los acontecimientos más protocolares. Con el mismo tono, cerró anteayer su participación en Twitter ("Vamos que hasta no hacer TT #CFK2011 no paramos! Abrazos, amigos!"), tras recomendar temas musicales, como cada víspera de fin de semana.

Boudou llegó a la Administración Nacional de la Seguridad Social ( Anses ) en 1998 para trabajar en la gerencia de Presupuesto y Control de Gestión hasta 2003. Allí trabó relación con el jefe del organismo designado por Eduardo Duhalde, Sergio Massa, su introductor en el kirchnerismo y quien le abrió la puerta a su meteórica carrera política, pero con el que ahora está distanciado. Uno de los primeros consejos de Massa fue que no llevara a la oficina previsional su Mini Cooper por ser "demasiado llamativo" para un funcionario público.

Su relación con los autos siguió siendo turbulenta y, por esa razón, una de las causas que enfrenta en la justicia federal es por la compra de 19 vehículos de alta gama sin licitación pública, en  diciembre de 2009, cinco meses después de asumir como ministro de Economía.

En su última declaración jurada presentada ante la Oficina Anticorrupción (2009) manifestó tener bienes por $ 814.976, frente a $ 680.000 de 2008. Entre otros, se destaca un departamento en Puerto Madero, que asegura haber adquirido en 2008 por 673.200 pesos. También figuran dos motos de tan alta cilindrada como precio: una Harley Davidson, de $ 73.000, y una BMW, de $ 91.600. Además figura como dueño de dos autos importados: un Audi A Quatro de $ 157.000 y un Honda Civic de 1992. Declaró, también, una inversión inmobiliaria en Mar del Plata.

Infancia porteña
Su primera infancia transcurrió en la ciudad de Buenos Aires, donde nació hace 48 años. Fue criado en un edificio de clase media acomodada en la calle Lafinur al 3300, en el barrio de Palermo, junto con su hermano.

Luego su familia se mudó a Mar del Plata, donde adquirió el apodo Aimé (se pronuncia Emé), con el que lo llaman todos sus íntimos y que surge de traducir al francés su nombre, heredado de su padre.

Estudió Economía en la Universidad Nacional de Mar del Plata (donde logró un promedio de 8,19). Allí fue dirigente de la agrupación Unión para la Apertura Universitaria (UPAU), la rama estudiantil de la Ucedé, el partido liberal que fundó Alvaro Alsogaray, del que dice, sin embargo, que nunca perteneció. Compartió la militancia en el liberalismo universitario con el actual jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, que estudiaba Derecho en esa ciudad.

Quienes lo conocieron en Mar del Plata dicen que por su carisma se hizo de buenos amigos en la política -aunque todavía no haya logrado ganar ninguna elección-, lo que le permitió participar en negocios públicos como la recolección de la basura. Mientras tanto, se divertía como discjockey y responsable de la popular disco Frisco Bay. Al talento para elegir música se sumó su pasión por las guitarras eléctricas -tiene una colección que llega a la docena- y por el rock, como lo ha demostrado varias veces en público.

También tiene pasión por el surf, lo que junto con el rock lo ha llevado a ser un ferviente admirador de los Estados Unidos, como reflejaron recientemente los cables de la embajada de ese país revelados por WikiLeaks.

Divorciado, desde joven también arrastra fama de galán, lo que cultiva con deliberado perfil alto y que a veces lo ha llevado a expresarse con términos poco usuales en un ministro al dirigirse a  periodistas mujeres, según surge de diversos testimonios de colegas que lo han tratado durante los dos años que lleva al frente de la cartera económica.

Su relación con los medios de comunicación ha sido sinuosa: su gestión en Economía arrancó con un perfil muy alto y con un trato estrecho e intenso con los periodistas que cubrían el área, casi sin discriminar por el medio al que pertenecían. Después cambió radicalmente y se transformó en uno de los adalides de los ataques contra los medios críticos del Gobierno, con lo que terminó de ganarse la consideración de la Presidenta.

Debutó en su cargo con la promesa de normalizar la relación del Gobierno con los mercados a través de la emisión de un bono en el mercado voluntario, un arreglo con el Club de París y la normalización del Indec. Sólo pudo cumplir parte de la primera consigna, al desarrollar un segundo canje para salir del default en 2010.

Pero cuando el Gobierno se dio cuenta de que esa estrategia le resultaba compleja, Boudou pensó en un atajo, tal como había ocurrido en 2008 cuando le propuso a Kirchner, junto con Massa, la idea de estatizar los fondos previsionales luego de la crisis con el agro. Fue la creación del "Fondo del Bicentenario" para usar las reservas del Banco Central para pagar la deuda soberana del país, lejos de las ideas que predicó como docente en la liberal universidad del CEMA, donde había obtenido una maestría.

Boudou logró que echaran a Redrado y se transformó, de a poco, en uno de los soldados más valorados por la Presidenta, que destaca siempre su lealtad, por la cual acaba de premiarlo al nombrarlo su compañero de fórmula, aunque no haya logrado resolver los problemas de alta inflación que el kirchnerismo no logra controlar desde hace cinco años.

El premio le llegó luego de fracasar recientemente en su primer intento de acceder a un cargo por el voto popular. Con el apoyo de la Presidenta, de Hugo Moyano y de Hebe de Bonafini, lanzó su precandidatura a jefe de gobierno porteño, pero las encuestas demostraron que tenía una intención de voto muy baja frente a Daniel Filmus, a quien la Presidenta debió bendecir muy a su pesar.

Ahora la Presidenta le dio la oportunidad de ir por la revancha.

JUVENTUD Y LEALTAD A LA PRESIDENTA, LOS ATRIBUTOS QUE EL KIRCHNERISMO DESTACÓ EN AMADO BOUDOU
"Amado Boudou fue una brillante elección de la Presidenta. Es un amigo y un gran compañero".
JUAN MANUEL ABAL MEDINA.
Secretario de Comunicación

"Estoy muy feliz. Es un hombre que la va a acompañar bien [a Cristina Kirchner] y tiene carisma".
HEBE DE BONAFINI.
Titular de Madres de Plaza de Mayo

"Tiene que ver con la lealtad, como dijo la Presidenta, y la capacidad de proponer medidas transformadoras".
DANIEL FILMUS
Senador Nacional (FPV-CaBA)

"Tiene un gran futuro y es joven. Es una persona de convicciones. Se ha caracterizado por la fidelidad".
JUAN CABANDIÉ.
Legislador Porteño - FPV

"Es la señal de que el puente generacional de la política ha comenzado a funcionar ".
SERGIO URRIBARRI.
Gobernador de Entre Ríos

"Es un mimo, una caricia a la CGT, en particular a Hugo Moyano. Va a servir con lealtad ?y compromiso".
LUIS D'ELIA
Dirigente piquetero 

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