miércoles, 8 de junio de 2011

Himno Nacional Argentino.









EL HIMNO QUE POCOS CONOCEN




Día del Himno Nacional Argentino.






El 11 de mayo de 1813 (fecha que hoy conmemoramos), la Asamblea General Constituyente que regía los destinos de nuestro país aprobó la letra de la "Marcha Patriótica", compuesta por Vicente López y Planes en sólo dos meses a partir del pedido que la propia Asamblea le hiciera el 6 de marzo.






Junto con la bandera, la escarapela y el escudo, nuestro Himno Nacional integra el conjunto de símbolos patrios con el que nos sentimos identificados y unidos como argentinos. Son los distintivos de nuestra patria, y debemos ostentarlos con orgullo y tratarlos con respeto.


La iniciativa había surgido del Triunvirato, que el 22 de julio de 1812 sugirió al Cabildo que mandase a componer "la marcha de la patria", recomendando que fuera escuchada de pie y al descubierto al inicio de las funciones teatrales y en las escuelas al finalizar cada día de clases.






Desde su creación, el nombre de nuestro himno tuvo varias denominaciones: "Marcha Patriótica", "Canción Patriótica Nacional", y "Canción Patriótica", hasta que en 1847 se lo llamó definitivamente "Himno Nacional Argentino". La letra del Himno (que se cantó por primera vez en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson el 14 de mayo de 1813) estuvo a cargo de Vicente López y Planes y la música fue compuesta por Blas Parera. La versión completa consta de 9 estrofas de 8 versos, más un estribillo de 4. La mayoría de las 76 líneas originales se refieren a los deseos de libertad e independencia de la Argentina y otros pueblos de América (menciona expresamente a México, Quito, Potosí, Cochabamba, La Paz y Caracas) con desprecio por el dominio de España, nación que es mencionada con gran diversidad de términos despectivos: "el ibérico altivo león"; "fieros tiranos"; "vil invasor"; "tigres sedientos de sangre"; "fiero opresor de la Patria" o "fieras" que devoran "todo pueblo que logran rendir" y hasta portadora de un "estandarte sangriento".






Con el correr de los años fue desapareciendo el furor anti ibérico y creciendo los objetivos de acercamiento a la madre patria, por lo que muchos de los versos de nuestro Himno perdieron objetividad desde la perspectiva de los nuevos tiempos. Tan así fue que en el año 1900 el presidente Julio A. Roca y los ministros Felipe Yofre, Luis M. Campos, José María Rosa, Martín Rivadavia, Martín García Merou y Emilio Civit firmaron el siguiente decreto:






"Dado que, sin producir alteraciones en el texto del Himno Nacional, hay en él estrofas que responden perfectamente al concepto que universalmente tienen las naciones respecto de sus himnos en tiempo de paz y que armonizan con la tranquilidad y la dignidad de millares de españoles que comparten nuestra existencia, las que pueden y deben preferirse para ser cantadas en las festividades oficiales, por cuanto respetan las tradiciones y la ley sin ofensa de nadie; el presidente de la República, en acuerdo de ministros, decreta que en las fiestas oficiales o públicas, así como en los colegios y escuelas del Estado, sólo se cantarán la primera y la última cuarteta y el coro de la canción nacional sancionada por la Asamblea General el 11 de marzo de 1813".






Himno Nacional Argentino


(Letra Original)






Coro






Sean eternos los laureles


que supimos conseguir:


Coronados de gloria vivamos


O juremos con gloria morir.






Oíd ¡mortales! el grito sagrado:


¡Libertad, libertad, libertad!


Oíd el ruido de rotas cadenas:


Ved en trono a la noble Igualdad.


Se levanta a la faz de la tierra


Una nueva y gloriosa Nación:


Coronada su sien de laureles


Y a su planta rendido un León






Coro, etc.. etc.






De los nuevos campeones los rostros


Marte mismo parece animar;


La grandeza se anida en sus pechos,


A su marcha todo hacen temblar.


Se conmueven del Inca las tumbas


Y en sus huesos revive el ardor,


Lo que ve renovado a sus hijos


De la Patria el antiguo esplendor.






Coro, etc.. etc.






Pero sierras y muros se sienten


Retumbar con horrible fragor:


Todo el país se conturba con gritos


de venganza, de guerra y furor.


En los fieros tiranos la envidia


Escupió su pestífera hiel


Su estandarte sangriento levantan


Provocando a la lid más cruel.






Coro, etc.. etc.






¿No los veis sobre Méjico y Quito


Arrojarse con saña tenaz.


Y cual lloran bañados en sangre


Potosí, Cochabamba y la Paz?


¿No los veis sobre el triste Caracas


Luto llanto y muerte esparcir?


¿No los veis devorando cual fieras


todo pueblo que logran rendir?






Coro, etc.. etc.






A vosotros se atreve ¡Argentinos!


El orgullo del vil invasor,


Vuestros campos ya pisa contando


Tantas glorias hollar vencedor.


Mas los bravos que unidos juraron


Su feliz libertad sostener.


A esos tigres sedientos de sangre


Fuertes pechos sabrán oponer.






Coro, etc.. etc.






El valiente argentino a las armas


Corre ardiendo con brío y valor,


El clarín de la guerra cual trueno


En los campos del Sud resonó;


Buenos Aires se pone a la frente


De los pueblos de la ínclita Unión,


Y con brazos robustos desgarran


Al ibérico altivo León






Coro, etc.. etc.






San José, San Lorenzo, Suipacha,


Ambas Piedras, Salta y Tucumán,


La Colonia y las mismas murallas


Del tirano en la Banda Oriental;


Son letreros eternos que dicen:


Aquí el brazo argentino triunfó.


Aquí el fiero opresor de la patria


Su cerviz orgullosa dobló.






Coro, etc.. etc.






La victoria al guerrero argentino


Con sus alas brillantes cubrió,


Y azorado a su vista el tirano


Con infamia a la fuga se dio;


Sus banderas, sus armas se rinden


Por trofeos a la Libertad.


Y sobre alas de gloria alza el pueblo


Trono digno a su gran majestad.






Coro, etc.. etc.






Desde un polo hasta el otro resuena


De la fama el sonoro clarín.


Y de América el nombre enseñado,


Les repite ¡mortales! Oid:


¡Ya su trono dignísimo abrieron


las provincias unidas del Sud!


Y los libres del mundo responden:


¡Al Gran Pueblo Argentino, Salud!






Modificación del Himno Nacional Argentino para ser cantado






Tenido por himno nacional la Canción Patriótica de López; a través de un largo período de la nacionalidad fue interpretado de acuerdo con el texto original; mas desaparecido el furor de la contienda con España, en aras de un sentimiento legítimo de acercamiento y comprensión con la madre patria, la canción nacional sufrió en su enunciado una modificación de forma en lo relativo a aquella parte que pudiera tener en el presente un concepto peyorativo, ya sin objeto para la soberanía del Estado.






Durante la presidencia del general Roca en el año 1900 fue sancionado un decreto refrendado con la firma del Presidente de la Nación y de los ministros: Felipe Yofre, Luis M. Campos, José María Rosa, Martín Rivadavia, Martín García Merou y Emilio Civit, disponía:






“Que, sin producir alteraciones en el texto del Himno Nacional, hay en él estrofas que responden perfectamente al concepto que universalmente tienen las naciones respecto de sus himnos en tiempo de paz y que armonizan con la tranquilidad y la dignidad de millares de españoles que comparten nuestra existencia, las que pueden y deben preferirse para ser cantadas en las festividades oficiales, por cuanto respetan las tradiciones y la ley sin ofensa de nadie, el presidente de la República, en acuerdo de ministros decreta:






Artículo 1°. En las fiestas oficiales o públicas, así como en los colegios y escuelas del Estado, sólo se cantarán la primera y la última cuarteta y coro de la canción nacional sancionada por la Asamblea General el 11 de marzo de 1813″.






Himno Nacional Argentino






(Estrofas que se cantan en la actualidad)






Oíd mortales el grito sagrado


Libertad, Libertad, Libertad,


oíd el ruido de rotas cadenas


ved en trono a la noble igualdad.






Ya su trono dignísimo abrieron


las Provincias unidas del Sud,


y los libres del mundo responden


al gran Pueblo Argentino Salud.






Sean eternos los laureles


que supimos conseguir


coronados de gloria vivamos,


o juremos con gloria morir.

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