Ante una nueva dentención de un militante revolucionario de las FARC en Venezuela
Esperamos que no se produzca una nueva deportación que redundaría en entregar a un compañero revolucionario al terrorismo de estado de Colombia, de quien Santos es y siempre ha sido un dilecto arquitecto.
Lamentamos el camino que se está recorriendo en la relación entre el estado y gobierno Bolivariano de Venezuela y quienes sostienen desde hace décadas una lucha por la conquista de la soberanía y la dignidad para Colombia y los colombianos.
Ninguna razón de estado, que pudieramos explicarnos, justifica la entrega a manos del terrorismo del estado colombiano, de un luchador reconocido por toda la militancia popular nuestroamericana como lo es el compañero Julián.
Pueden ahora los norteamericanos o el estado colombiano acusarlo de narcotraficante o de lo que fuera, pero todos sabemos que el delito del compañero no es otro que ser un revolucionario.
No a la extradición de Julián Conrado a Colombia
Libertad a los presos políticos
Vivan las FARC
Vivan los revolucionarios de Colombia y Nuestramérica
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