viernes, 15 de julio de 2011

Hebe Bonafini despreció con soberbia los reclamos de los trabajadores que estafó.

La titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo recibió quejas de trabajadores de la Fundación, que dirigía Sergio Schoklender, sobre pagos atrasados y les dijo que reclamen al parricida.
“[A los hijos] hay que dignificarlos, hay que quererlos; y para quererlos hay que respetar a las madres. Tenemos entre 80 y 96 años y nos vienen a exigir. Estamos haciendo lo que podemos y más de lo que podemos. Estamos entregando más de nosotras para hacer el país que nuestros hijos soñaron”, dijo a los trabajadores que se acercaron respetuosamente en su recorrido de los jueves.
“La sangre de nuestros hijos no tiene precios, jamas la hemos vendido. No cobramos la reparación economica, no hay plata para comprar la sangre”, explicó Bonafini.
“No podemos luchar por uno solo, hay que luchar por todos. La solidaridad no uno por uno, no todo para mí”, agregó.
“He nacido en barrio y tengo el honor de seguir viviendo toda mi vida en la misma casa, para los que me reclamaban la mansión. Amo a mi gente”, concluyó.

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