"Queremos un Obispo católico":
SALTILLO, 15 Jul. 11 (ACI).-
Un grupo de personas aún no identificadas colocaron ayer cuatro mantas en el barandal que está alrededor de la Catedral de Saltillo (México) con un mensaje para Mons. Raúl Vera, a cargo de esta diócesis: "Queremos un Obispo católico".
Según informa hoy el diario mexicano Vanguardia, el Prelado se negó a opinar sobre este y otros mensajes colocados en las mantas que cuestionan su labor en la diócesis de Saltillo en donde promueve y respalda al grupo gay San Elredo, pese a sostener posturas contrarias a la doctrina católica sobre la homosexualidad.
A través del departamento de comunicación de la Diócesis de Saltillo, el Obispo Vera señaló que podría emitir una opinión una vez que conozca todos los detalles de los hechos.
En junio de este año, Noé Ruiz, coordinador de San Elredo, señaló que solicitarán a las nuevas autoridades de Coahuila, estado en el que se encuentra la diócesis de Saltillo, que el pacto civil que regula las uniones homosexuales se llame en adelante "matrimonio".
Ruiz señaló en aquella ocasión que "lo que nosotros queremos proponer es, además del pacto civil (que regula las uniones homosexuales), mejoras y facilidades en la adopción, seguridad social, y tenemos el planteamiento para cambiar el nombre de Pacto Civil a Matrimonio"
Sobre las mantas retiradas esta mañana que cuestionan al Prelado, personal de la Catedral de Saltillo dijo desconocer quién las colgó y quien las retiró. "Nosotros no las tenemos, ni personal de aquí las bajó", dijo una las asistentes de la Catedral.
La diócesis de Saltillo
El Obispo de la diócesis de Saltillo, Mons. Raúl Vera López, ha expresado repetidamente su apoyo a la unión civil entre personas del mismo sexo y promueve al grupo gay San Elredo, que sostiene principios contrarios a la doctrina católica.
En marzo de este año Mons. Vera, a través de su sitio web, expresó su apoyo al 4º Foro de Diversidad Sexual, Familiar y Religioso, organizado por el grupo San Elredo, en el que se promovía, entre otras conductas contrarias a la Iglesia Católica, el activismo gay, la sexualidad activa de parejas homosexuales y la adopción de niños por parte de éstas.
Al ser contactado telefónicamente por ACI Prensa, el P. Robert Coogan, asesor espiritual del grupo San Elredo, señaló que a las personas homosexuales "la única respuesta que ofrece el Catecismo es decirles que vivan el celibato y eso no es adecuado".
El sacerdote, que también expresó su apoyo a la legalización de la unión de personas del mismo sexo y a la adopción de niños por parte de ellas, manifestó que "tenemos un apoyo firme del Obispo" Raúl Vera.
Noé Ruiz, coordinador del grupo San Elredo, confirmó a ACI Prensa que el propósito de los foros que organiza este grupo, como el realizado en marzo, es "que la gente conozca que entre dos mujeres, dos hombres, pueden criar un hijo y viven de lo más normal y de lo más común".
ACI Prensa también recogió la preocupación de diversos grupos pro-familia de Saltillo para quienes el accionar del grupo San Elredo es dañino para ellos mismos y para la sociedad.
En palabras de Natalia Niño, presidenta de la Asociación Familias Mundi en Saltillo "no estamos de acuerdo con la formación de familias entre personas del mismo sexo porque una familia nace de un matrimonio, y un matrimonio es una vocación que se da entre dos personas de sexo opuesto, porque así es complementario".
ACI Prensa entrevistó también al P. Leopoldo Sánchez, quien se desempeñó hasta hace unos meses como asesor espiritual en México de Courage Latino, institución que realiza un ministerio pastoral con personas homosexuales en fidelidad a la doctrina católica.
En dicha entrevista el sacerdote explicó que "el camino es el amor, este amor, la Iglesia nos recuerda, tiene la peculiaridad que es un amor que se vive en la castidad", a la que "estamos llamados absolutamente todos los cristianos, tengan la atracción al mismo sexo o no la tengan".
La enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad
La enseñanza católica respecto de la homosexualidad está resumida en tres artículos del Catecismo de la Iglesia Católica; 2357, 2358 y 2359. En estos artículos la Iglesia enseña que:
Los homosexuales "deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta".
La homosexualidad, como tendencia es "objetivamente desordenada", que "constituye para la mayoría de ellos (los homosexuales) una auténtica prueba".
Apoyado en la Sagrada Escritura "la Tradición ha declarado siempre que "los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados", "no proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual" y por tanto "no pueden recibir aprobación en ningún caso".
"Las personas homosexuales están llamadas a la castidad" y "mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana".
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