martes, 26 de abril de 2011

Sai Baba murió a los 84 años como consecuencia de un paro cardio-respiratorio.




 
Sai Baba murió a los 84 años como consecuencia de un paro  cardio-respiratorio, y en  las afueras del hospital en Puttaparthi, se habían reunido desde días atrás miles de seguidores de la India y de varios países del mundo  incluida América Latina.
Sathya Sai Baba nació el 23 de noviembre de 1926 y fue un líder religioso con miles de seguidores en la India  en todo el mundo con unos 1200 centros  en 114 países.
Pertenecía a una familia de campesinos del estado de  Andhra Pradesh.  Según una profesía  del religioso bengalí Aurobindo, Sai Baba de Shirdi reencarnaría ocho años después de su muerte.
Según Naraiana Kasturi, uno de los más fervientes seguidores de Sai Baba, escribió que “poco después de nacer encontraron una cobra en las sábanas de su cuna. Esto habría demostrado a sus padres que él era Shesha-Sai (el dios Visnú, que está acostado sobre la serpiente Shesha).
Pero este nombre indicaría una posible exageración de Sai Baba para hacerse parecer un dios, ya que según la mitología hindú, el dios Shesha-Sai, que vive ‘acostado’ (śayī) sobre la serpiente Shesha, que es una expansión del propio Vishú como serpiente de mil de cabezas (no una cobra de una sola cabeza) que canta las glorias del dios con sus mil bocas”.
Pero el escritor Arnold Schulman contradice esta historia, por los relatos de la hermana del líder religioso y que estuvo presente en el nacimiento, “la serpiente se vio varias horas después, fuera de la casa, algo que es muy común en los pueblos de toda la India”.
Schulman escribió cada episodio de la infancia de Baba, con incontables versiones contradictorias; en este punto, el escritor descubrió que no le era posible separar los hechos de las leyendas.
A fines  de los años sesenta, se hizo enormemente popular entre los buscadores espirituales occidentales cuando estos empezaron a ser atraídos a él y  así comenzó a hacerse notablemente  conocido en el occidente.
El 28 de marzo de 2011, fue ingresado en el Instituto de Medicina Sri Sathya Sai, de la localidad de Puttaparty por una neumonía. Le pusieron un marcapasos para regular la actividad coronaria.
En abril Sai Baba, con 84 años de edad,  recibió respiración asistida para succionar la secreción de los pulmones. Además ya presentaba problemas en los riñones.
Millones de seguidores de todo el mundo, incluidos muchos países de América Latina, creen que tenía poderes sobrenaturales y que podía curar enfermedades terminales, pero sus detractores decían que sus milagros eran una farsa.

“Yo he venido a encender la lámpara del amor en sus corazones, para hacer que cada día ilumine con renovado brillo. Yo no he venido en nombre de ninguna religión. Yo no he venido en ninguna misión de publicidad para ninguna secta, credo o causa; ni he venido a reclutar seguidores para ninguna doctrina. Yo no tengo planes de atraer discípulos ni devotos a mi causa o a ninguna causa. Yo he venido a hablarles de esta fe unitaria, de este principio espiritual, de este camino de amor, de esta virtud de amor, de este deber de amor, de esta obligación de amar”.
“Dondequiera que estén, en cualquier país, no den cabida a las diferencias religiosas. Manténgase firmes en su propia fe y tradiciones. Cuando se abandonen las diferencias entre religiones, en ustedes se desarrollará el amor. Cuando el amor crezca, podrán tener una visión directa de Dios. Sin amor, las meras plegarias verbales no sirven de nada. Reconozcan que el amor está presente en todos y cada uno. Es el unificador, el motivador y el portador de alegría para todos. Por lo tanto, cultiven el amor. El amor es la forma de la Divinidad, y Dios sólo puede ser percibido a través del amor”.
SATHYA SAI BABA

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