sábado, 26 de noviembre de 2011

Campaña 40 Días por la Vida.

Gerente de la PPFA es despedida, luego dirige Campaña 40 Días por la Vida en antigua instalación
Peter Baklinski
Storm Lake, Iowa, 25 de noviembre 2011 (Notifam) – El pasado lunes 14 de noviembre, durante una transmisión por la red cibernética de (la Campaña de) 40 Días por la Vida (Campaign 40 Days for Life), Sue Thayer, una ex gerente de la Federación de Planificación Familiar de América (Planned Parenthood Federation of America/PPFA) en los Estados Unidos de América, reveló cómo ella terminó siendo despedida por su ex empleador a causa de una discusión sobre el aborto, y luego dirigió la reciente Campaña de 40 Días por la Vida, en las afueras de las instalaciones que, anteriormente, ella había administrado durante muchos años.
“Sé que es difícil de creer”, le dijo Sue a los miles de defensores pro-vida que estaban en sintonía con la transmisión por la red cibernética, y agregó que ella y su grupo rezaron en la acera de la calle durante los 40 días, justo frente a lo que solía ser su lugar de trabajo de 12 horas al día.
Sue recordó cómo ella consiguió un trabajo en la clínica en 1991, como asistente en el área de la planificación familiar. Esta clínica ofrecía únicamente servicios de planificación familiar, y allí no se practicaban abortos. Un mes después de comenzar a trabajar allí, Sue estaba encantada cuando se abrió un puesto gerencial, dándole la oportunidad de avanzar en su carrera.
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Durante el proceso de entrevista para el puesto, se le preguntó a Sue sobre sus puntos de vista sobre el aborto. Ella le respondió que “realmente creía que el aborto era un asesinato”. A pesar de la sorpresa y la recriminación de su superior, en el sentido que el “feto” no era “viable” y por lo tanto, el aborto “en realidad no ponía fin a una vida”, Sue obtuvo el cargo en abril de ese mismo año. Antes de asumir el mando, sentada en una silla de cuero, primero tenía que pasar por el proceso de “entrenamiento”, lo cual es requerido por parte los administradores de la PPFA.
“A todos los empleados, que eran parte del área administrativa de los servicios de salud de la PPFA, se les obligó a observar un día completo de abortos”, dijo Sue. Hasta el día de hoy, le resulta difícil poner en palabras lo que presenció durante ese día de entrenamiento.
“El bebé es extraído y puesto en un pequeño plato poco claro, y se los observa bajo una luz para tratar de determinar si tienen todas las partes del cuerpo, ya que -por supuesto- durante el aborto del bebé es desgarrado y por lo tanto hay diminutos brazos y piernas”.
Lo que convenció a Sue a asumir el puesto de gerente no fue que creyera en el aborto como un derecho, sino un deseo de evitar la necesidad de abortos a través de los métodos anticonceptivos eficaces. Ella terminó trabajando para la PPFA por 17 años.
En el 2008, la PPFA comenzó a desplegar abortos Telemed (telemedicina), lo que requirió que la hasta entonces clínica exenta de abortos de Sue, entregara drogas abortivas a las mujeres embarazadas a través de un sistema de videoconferencia con un médico a distancia. Se le pidió a la clínica de Sue que realizara una ecografía vaginal en una mujer embarazada, la enviara electrónicamente a un médico en un lugar central quien, al examinar la ecografía para determinar la edad del bebé (63 días de edad o menos), “apretaría un botón” que remotamente abriría un cajón al lado de la madre, permitiéndole tomar la droga para matar a su bebé.
Sue recuerda haber estado “aturdida” ante todo el procedimiento telemédico, al igual que el motivo financiero que le dieron los que estaban al frente de la oficina, con que se intentaba justificar todo el procedimiento. A ella se le dijo que los abortos telemédicos tienen “muy poco costo” en comparación con un aborto quirúrgico, que requiere de equipo especializado, de personal médico, y de un médico propiamente.
Ahora Sue se encontraba en una posición difícil. Ella siempre le había dicho a su comunidad local que la PPFA no se ocupaba de efectuar abortos, sino en la planificación familiar para prevenir el aborto. La introducción de los abortos telemédicos en su clínica iba en contra de todo lo que ella había “creído” respecto a la PPFA y todo lo que había “explicado” durante muchos años a la comunidad.
La lógica de la anticoncepción, al igual que el vínculo de la misma con el aborto, finalmente la alcanzó.
Cuando presentó estas preocupaciones a sus superiores en diciembre de 2008, ella descubrió que su puesto su gerente había “dejado de existir” ya que, según le dijeron, la organización estaba “en proceso de reducción del personal”. Pero cuando Sue descubrió que la PPFA publicitaba su cargo unas semanas más tarde, la verdadera razón por la que había sido despedida se hizo evidente para ella: había sido despedida por desafiar el “pequeño secreto sucio” de la PPFA, esto es, el aborto con fines de lucro.
Sue no se conformó con sentarse y observar que PPFA se enriquecía con la destrucción de vidas inocentes. Hizo amigos en una escuela bíblica y juntos hicieron planes para adoptar una postura y defender la vida de los niños por nacer. Como ex gerente de una clínica de la PPFA, Sue sabía exactamente cuál sería la forma más efectiva de difundir el mensaje.
De inmediato comenzó a organizar una Campaña de 40 Días por la Vida.
“Hemos tenido una respuesta tremenda. Unas personas provenientes de muchas iglesias, de muchas, muchas religiones distintas, nos hemos reunido y ha sido una gran bendición”.
Para la ex gerente de la clínica, su mayor bendición durante la campaña fue la “enorme cantidad de tiempo que pasé en oración. Eso me llevó mucho más cerca del Señor”.
Ahora que la campaña ha terminado, Sue y su grupo pro-vida tienen planes para iniciar un centro de ayuda a la mujer embarazada y de continuar sus esfuerzos para terminar con el aborto. Ella anima a los defensores pro-vida que no participan en actividades relacionadas, a “asumir un riesgo: salir de la barca y echar adelante”.
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Traducción por José Arturo Quarracino
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