sábado, 26 de noviembre de 2011

La muerte de dios.


DIOS HA MUERTO...Y LO DEMAS TAMBIÉN.

Nietzsche en el siglo XIX fue el profeta que se animó a hablar sobre "la muerte de dios". Los mismos hombres que lo habían creado, lo terminaron matando. Pero el hombre siguió siendo hombre y reemplazó al viejo dios judeo-cristiano con otras invenciones. Los estados burgueses, las ideologías (socialismo, comunismo, fascismo), o poniendo a hombres a la estatura de dioses (pongan aquí al líder político de masas que prefieran). El sigo XX pasó y vio como las ideologías también terminaron muriendo (mediante estruendosas y crueles guerras o por propia caída al no poder plasmar sus utopías). Al caer el muro de Berlín y el desarme de la Unión Soviética, parecía que las democracias capitalistas habían triunfado...
Hoy vemos que eso no fue así. El mundo se encuentra en jaque, la economía parece arrastrar, en su crisis, a todos los países...La economía. La economía es lo que rige al mundo. Parece un monstruo que ha cobrado vida, un sistema que se alimenta por sí sólo y que no le importa nada, salvo mantenerse...a toda costa. El hombre se ha vaciado tanto que lo único que importa es la adquisición de dinero y cosas a cualquier costo, sin importar nada ni nadie. La crisis económica es, en realidad, una crisis el hombre. El hombre es el que está sufriendo, deambulando, sin rumbo, sin saber a donde ir. Y en medio de esta monumental crisis, todavía algunos ilusos creen que la salvación es volver a las ideologías y discursos que han fallado en el pasado. El hombre es el animal que tropieza con la misma piedra dos veces, dice el viejo dicho. Yo diría que tropieza varias veces. ¿Hay un futuro de esperanza en el horizonte?...no lo sé.
Mientras tanto, todos estamos sumergidos en la tormenta, veremos que sale de sus profundidades...

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