lunes, 28 de noviembre de 2011

El egoismo y edonismo como patologia de los abortistas.


Stephanie Grey
28 de noviembre 2011 (Notifam) – Se ha hablado mucho en la blogosfera acerca de mi reciente debate sobre el aborto contra Jovan Morales en la Universidad de Ottawa en Canadá. Sí, es cierto, se les pidió a muchos conocidos propulsores del aborto que debatieran conmigo y ellos declinaron la invitación o se negaron a responder a la misma. Sí, en la multitud había personas groseras y destructivas que apoyan el aborto.
Pero al reflexionar sobre toda la experiencia, lo que más me impresiona de este debate es lo que mi oponente Jovan dijo en su discurso de apertura:
“Practicar abortos seguros… ayuda a salvar vidas. El aborto salva vidas. No sólo salva vidas en el sentido físico, sino que salva a las personas de tener que abandonar sus vidas. La mayoría de ustedes aquí podrían pensar posiblemente en un par de personas de su clase de secundaria que tuvo un hijo. No llegaron a la universidad… Esto pone fin a su proceso de vida. Lo cambia. No es una cosa mala, pero sí cambia tu vida en una dirección que podrías no querer tomar”.
Además de la hipótesis principal en su discurso – que los no nacidos no son personas humanas (si lo fueran, entonces lejos de salvar vidas el aborto pone fin a ellas), sus comentarios están diseñados para alimentar la mentalidad “primero yo, aquí y ahora” que impera en nuestra sociedad.
¿Hemos perdido nuestras prioridades tanto que la obtención de un título universitario sería lograda a costa de poner fin a una nueva vida humana? ¿Estamos tan enfocados en lo inmediato, que consideramos cómo impactará hoy en nosotros una decisión, en lugar de visualizar su efecto en cadena mañana?
Únete aquí a una página de Facebook para acabar con el aborto. 
Ciertamente, un embarazo no deseado puede ser un desafío muy difícil, pero mientras que el aborto parece ser la solución ahora, ¿cómo impacta en el futuro? Para alguien que hace esa elección, ¿al final de su vida realmente se concentraría en la cantidad de títulos que van después de su nombre, o en su anhelo por el niño que podría haber llevado su nombre?
Entiendo por qué la Madre Teresa señaló que los pobres a los que ella atendía eran espiritualmente ricos y que muchos en América del Norte, si bien son materialmente ricos, son espiritualmente pobres.
Las personas están demasiado ansiosas por alejarse de lo que es difícil, en vez de correr hacia lo que es correcto.
Y es por eso que hemos desarrollado un concepto llamado beINSPIRED (inspírese). A medida que hemos ido encontrando personas que están decididos a enfocarse en lo inmediato, las decisiones de primero yo, les pedimos que consideren quién las inspira. Puede parecer fuera de tema, pero plantea un punto importante:
Parece que aquéllos que nos inspiran enfrentan a sufrimientos, obstáculos, dificultades y retos. Lo que separa a los que inspiran de los que no lo hacen, es la forma en que responden a su difícil situación. Los primeros convierten los obstáculos en oportunidades, se concentran en lo que pueden hacer, no en lo que no pueden, ponen primero lo otro, y están dispuestos a sacrificar algo – inclusive quizás sus vidas -por otro, o por algo grande, y por una causa justa. Ellos están dispuestos a hacer lo más difícil, porque es lo correcto.
Cuando les he preguntado a personas de todo el mundo quién los inspira, y por qué, me he sentido tocada por la reacción: si bien en general consigo una respuesta diferente respecto “a quién”, a menudo obtengo una respuesta similar respecto al “por qué”. Sea un partidario pro-aborto o pro-vida, parece que hay un tema común que eleva a nuestros espíritus, y tenemos el desafío de alcanzar una mayor virtud, mediante el ejemplo de los individuos que ponen a otros antes que a ellos mismos, que hacen lo correcto sin importar lo difícil que sea.
Quizá todos deberíamos prestar atención a las palabras de Viktor Frankl, sobreviviente del Holocausto, quien escribió en su libro El hombre en busca del sentido último:
“El ser humano siempre señala, y está dirigida a algo o a alguien distinto de uno mismo – ya sea un sentido para cumplir u otro ser humano para encontrar. Cuanto más uno se olvida de sí mismo – para entregarse a una causa a la que servir u otra persona para amar – más humano es él”.
Mi oponente en el debate señaló que el trabajo de parto es emocionalmente difícil y físicamente doloroso. Bueno, sí, sí, lo es. Pero cuando la alternativa a ese proceso difícil es desmembrar, decapitar y destripar el cuerpo de un bebé, ¿podemos estar dispuestos a tomar ese camino difícil, porque es el camino correcto? El fruto de este tipo de altruismo, el misterio de este tipo de amor es que enriquece nuestras vidas, y encontramos nuestra alegría y el sentido de la vida cuando servimos a los demás. Pregúntenle a cualquier héroe, y eso es lo que ellos les dirán. La muerte engendra la muerte, pero la vida engendra la vida.
Publicado originalmente en el sitio cibernético en inglés en Canadá de Unmasking Choice (Desenmascarando el Derecho a Escoger)  
Traducción por José Arturo Quarracino

No hay comentarios:

Publicar un comentario