lunes, 29 de agosto de 2011

La realidad libia.

LIBIA

Lo que pasa en Libia

Por Jorge Capelán, Radio La Primerísima
Desde Trípoli

| 24 agosto de 2011


Es muy difícil informar sobre lo que realmente ocurre en Libia. Los periodistas acreditados no dependientes de la OTAN están, según informes de ellos mismos, prácticamente secuestrados en el Hotel Rixos de Trípoli. Afuera, grupos de "rebeldes" tienen rodeadas las instalaciones y disparan contra todo lo que se asome por las ventanas. Dentro del hotel, los periodistas son protegidos por soldados leales al gobierno que por todos los medios intentan impedir la toma del edificio. Sobre esto han informado el periodista Rolando Segura, de TeleSUR, Thierry Meyssan, de la Red Voltaire y otros, en los momentos en que se los permite la conexión a Internet y el fluido eléctrico funciona. Segura informaba el martes que una colega trató de recuperar sus cámaras cerca del balcón de su habitación y fue "saludada" a rafagazos por los sitiadores. Cabe preguntarse: ¿Por qué atacan el edificio de la prensa estos paladines de la libertad?

Los medios occidentales hablan de un control casi total de los "rebeldes" sobre Trípoli. Como prueba de ello se muestran imágenes de la Plaza Verde y del supuesto "complejo" de Gadaffi en Bab el Azizia. Sobre este último, cabe decir que se trata de un área muy extensa y desprovista de instalaciones administrativas del gobierno libio. Es el lugar donde Muammar Al Gadaffi tenía su residencia que fue bombardeada en 1986 por el presidente estadounidense Ronald Reagan. Es un lugar simbólico donde los libios van a pasear, a tomarse fotos frente a la estatua de un puño destruyendo un caza estadounidense que representa (o representaba, según las imágenes de los medios multinacionales) la resistencia del pueblo libio contra el imperialismo. Ese lugar ha sido bombardeado casi todos los días, a pesar de que muchos civiles libios han pasado días y noches allí para demostrar su desafío al imperio desde el inicio de la guerra, lo que ha sido reportado y denunciado regularmente desde entonces por los medios alternativos. Gadaffi no vive allí y no lo ha hecho por muchos años. Tampoco hay nada de valor militar ni para la administración del estado libio. Según reportes desde Libia, por ejemplo, del hijo del líder, Seif Al Islam, el gobierno libio habría dejado que el grueso de las tropas rebeldes (unos 1500 ó 2000 soldados) se concentrase en ese sector para evitar daños aún mayores y aún más muertes entre la población civil.

Con respecto a la Plaza verde, ya el 17 de agosto, hace una semana, la televisión libia denunciaba la construcción en Qatar de un inmenso set de filmación con una réplica de la plaza para producir una realidad paralela y transmitirla al resto del mundo. De hecho, comparando las imágenes del lugar real con las imágenes que difundió Al Jazzeera de "rebeldes" entrando a la plaza, se pueden advertir que faltan demasiados detalles, que las proporciones de los arcos que rodean el sitio no se corresponden con las proporciones reales, detalles arquitectónicos que faltan y algún que otro bastidor con la sospechosa apariencia de ser una mala pintura. En todo caso: Si esta versión del set de Hollywood de Al Jazzeera en Qatar no fuese más que una operación de propaganda sicológica del gobierno libio, ¿cómo es que la televisión libia pudo haber previsto la manera en que se iban a desarrollar los acontecimientos? (Ver: Foto Video 1)

El primero de agosto, los partidarios de Gadaffi organizaban la siguiente manifestación en Trípoli. Veinte días más tarde, en unas pocas horas, todo ese apoyo es reducido a "bolsones de resistencia". ¿No será, al revés de lo que dicen los medios multinacionales, que lo que acontece en Trípoli no es una insurrección, sino una inyección de "bolsones de rebelión" apoyada por bombardeos de precisión, inteligencia, imágenes por satélite y todos los medios tecnológicos a disposición del imperio?

El martes, los medios corporativos hablaban de "bolsones de resistencia" de Gadaffi. Hoy, esos medios tienen cada vez más problemas para hablar de bolsones aislados. Se habla de fuertes combates. Incluso, se informa que el gobierno de Túnez ha decidido cerrar su frontera con Libia, mientras que hace apenas un día, los periodistas "independientes" estacionados allí informaban de multitudes de libios que se dirigían de regreso a su país ahora que el "régimen" había caido. Si el tan mentado régimen se cayó, ¿por qué entonces cierra Túnez su frontera? ¿Por qué mienten tanto? ¿Por qué "raptan" o "capturan" a los hijos de Gadaffi, para que estos a las pocas horas "se escapen" o "aparezcan" como por arte de magia?

Tal vez la verdad se encuentra más cerca de lo que afirman las fuentes de Trípoli, que hablan acerca de 25 mil soldados de las tribus rodeando a los fuertemente armados rebeldes, y a lo que afirman el propio Gadaffi y su hijo, de que los voluntarios para combatir a los invasores se multiplican.

En esta guerra, los periodistas que informan están secuestrados. Los otros, los que desinforman, lo hacen con cascos de guerra, incrustados en la fuerza agresora. Hoy, probablemente nos dirán que Gadaffi está envenenando las aguas de Trípoli, así como ayer nos dijeron lo de las compras de preservativos para que los soldados libios violasen a sus madres y a sus hermanas, o como hace ya varios meses, antes de comenzada la guerra, hablaron de unos bombardeos contra la población civil que nadie jamás vio ni pudo constatar sobre el terreno.

Una cosa es cierta. La guerra, corta o larga, según lo permita la brutal crisis que asola a las economías de la OTAN, será sangrienta. A inicios del siglo XX, Italia, apoyada por la aviación, conquistó Trípoli en un par de días, pero pronto se dio cuenta de que la guerra apenas había comenzado. Veinte años más tarde se tuvo que retirar sin poder asegurarse el control del país.

A continuación, una lista de medios que con sus propios recursos y sin el beneficio de la cobertura del fuego aéreo tratan de ofrecer otra perspectiva de los acontecimientos:

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