El Gobierno envío carne descompuesta para alimentación de pobladores de la Antártida
Carne antártica en cumbre de Olivos
Cristina de Kirchner se reunió el sábado en la residencia de Olivos con la ministra de Defensa. La agenda estuvo marcada por el affaire de «las vacas de Nilda», como se identifica entre los antárticos el envío del Gobierno de más de 1.500 kilos de carne descompuesta para alimentación de los pobladores del continente blanco.
La audiencia de la Presidente con Nilda Garré tuvo el carácter de «privada» y, por tanto, no hubo ni habrá información para comunicar, ni imágenes oficiales.
Se abordó en esa reunión, entre varios asuntos, el problema de la mala calidad de los víveres y materiales licitados por la Dirección General del Servicio Logístico de la Defensa (DGSLD) para la campaña del verano anterior.
En un expediente de 24 fojas, con información recabada por cada uno de los jefes de las bases permanentes girado a mediados de octubre último al Ministerio de Defensa, se consignan las deficiencias de calidad en los productos que se despacharon durante la última temporada estival para sostén logístico del sistema antártico. Los datos volcados en los informes son lapidarios, por caso, el del segundo comandante del Comando Antártico del Ejército, coronel Adolfo Irusta, refiere graves irregularidades en la calidad de las carnes y en el empaque, que no es el que corresponde a las características solicitadas en el pliego licitatorio. Se menciona que los cortes envasados eran de menor calidad que la indicada en las etiquetas identificatorias.
Hasta el momento, Garré no dio participación a la Dirección de Transparencia Institucional del ministerio, oficina a cargo de Paula Honisch, para que investigue los procedimientos de adjudicación que terminaron con la provisión de carne descompuesta y materiales (herramientas, pilas, baterías para vehículos, ropa de abrigo, cables para bujías, baterías de equipo handy, etc.) defectuosos.
Otro informe oficial de los antárticos apunta a que los inconvenientes sobrevinieron por el escaso tiempo que hubo para controlar la mercadería porque la gestión licitatoria del ministerio se resolvió de manera tardía y también a que los adjudicatarios no tendrían estándares de calidad como el del proveedor habitual.
Por: Edgardo Aguilera
Fuente : Ambito.com
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